"TITO COBRELOA": EL CUARTEL DE LAS CAMISETAS NARANJAS EN MEJILLONES
Coordenadas: 23° 5'58.30"S 70°27'1.60"W
En una visita de 2013 (época de las imágenes que adjunto), me entero de que hacía ya
unos siete u ocho años que la ciudad portuaria de Mejillones cuenta con
una sede informal del club deportivo Cobreloa, el mismo tan popular y
venerado entre los nortinos de esta histórica región minera. Dicen acá
que cuando hay partidos importantes del equipo de fútbol, la hinchada
llega en masa al local llenando sus salones distribuidos en dos pisos,
atentos a los grandes televisores allí dispuestos.
He
conocido este lugar muy recientemente: el "Tito Cobreloa". Fue luego de
una hambreada y larga mañana en el centenario edificio de la Capitanía
de Puerto, esperando al equipo de la Armada de Chile que nos llevaría
hasta el majestuoso buque LSDH-91 "Sargento Aldea", como parte de los
invitados para el área de cultura del operativo médico ACRUX-Norte 2013.
Confieso que quedé encantado con este rinconcito mejillonino, en donde
hicimos nuestra parada de desayuno, a pesar de no ser ya precisamente
un devoto del fútbol.
El
célebre boliche, visita obligada de todo hincha cobreloíno que ronde
por el puerto, se encuentra en San Martín 540, una avenida pulcramente
mantenida por la demostrada dedicación casi obsesiva del entonces alcalde
Marcelino Carvajal por el ornato público. Está frente al terminal
pesquero y la estación gasolinera, más o menos a mitad de la cuadra
ubicada entre Manuel Rodríguez y Las Heras, a sólo pasos del palacio de
la Capitanía y del parque.
El
nombre del local no es antojadizo: hace referencia a su dueño, don Tito
Tapia, todo un personaje de la ciudad y también devoto seguidor del
club Cobreloa, como queda clarísimo en cada detalle de este restaurante
que combina la simbología corporativa del equipo deportivo con las
alusiones al puerto de pescadores y marinos que es Mejillones.
Su
fachada naranja es inconfundible, casi al frente de la calle que lleva
hacia el muelle fiscal, ocupando una típica casa nortina con abundante
madera, aunque muy intervenida y con altillo. Tres grandes retratos del
personaje de caricaturas animadas Homero Simpson, con la misma camiseta
cobreloína y su bandera alzada, reciben al viajero allí en ese frente,
donde destacan también un gran escudo de club, un zorro peloteando
(también con su respectiva camiseta institucional) y algunas
anticipaciones a las delicias que esperan allí dentro. Un panel con la
escena de caza de albacora desde un bote con el título "Juan Tito", define al lugar: "RESTAURANTE TITO COBRELOA".
El
interior es dominado por la misma decoración marítima: centollas en
marcos, maquetas de modelismo naval reproduciendo barcazas pesqueras
(una de ellas también llamada "Juan Tito" y otra "Cobreloa"),
peces murales tallados en madera, salvavidas colgantes, estatuillas de
capitanes o marineros, ingenuos cuadros con pinturas de escenas marinas y
de rincones de la misma ciudad. También hay un gran acuario con peces
dorados que, como podrá imaginarse, ostentan un brillante color
anaranjado que no parece casual. Una colección de fotografías enmarcadas
muestran distintos elencos del equipo de Cobreloa, en diferentes épocas
de su historia. Guirnaldas, copihues de papel y banderas chilenas
confirman hasta la saciedad el criollismo patriota que impera en este
sitio.
En
las cartas-menús vuelve a aparecer el obeso personaje de "Los Simpson"
con su camiseta del club. De lo que aparecen en la oferta y que casi se
adivina ya por los aromas apetitosos del interior de los comedores, son
especialmente solicitados platillos marinos como reineta y pejerreyes
fritos, caldillos de congrio, cojinova, albacora o su plato estrella la
sopa marinera, además de los sándwiches de pescado, las empanadas de mariscos y de jaiba-queso, camarón-queso. Una empanada especial, con receta de la casa, se llama la Cobreloa, y también aparecen el oferta otras más tradicionales: pollo-queso, jamón queso o de queso solo.
La
carta guarda aún más atenciones: tiene unos reputados ceviches
gigantes, peroles, jardines de mariscos, pasteles de jaiba o de camarón
y, además, enormes pailas de desayuno con varios huevos solos,
jamón-huevo y jamón-huevo-queso, todo a valores bastante generosos.
También tiene en venta varios sándwiches tradicionales como ave-mayo y
churrascos, y platos populares como el bife a lo pobre.
En
el "Tito Cobreloa" se abre temprano y se cierra en la tarde. No hay
quien no lo conozca en todo el puerto, según parece, pues confirmé
después que parte de la fama de este sencillo restaurante llega incluso a
la vecina ciudad de Antofagasta. Los devotos de este club lo llaman
simplemente "El Tito" y "Don Tito", sin embargo, pues se
sobreentiende el apellido alusivo al equipo minero. También tiene una
sucursal en el propio recinto del terminal pesquero, en la calle Goñi
011.
Para
todo hincha de Cobreloa que ande por la región, entonces, va este dato
que conviene conocer tanto como la peregrinación a La Meca del coliseo
de los "Zorros del Desierto" de Calama. Puedo sospechar que "Tito
Cobreloa" será una buena y sabrosa inyección al orgullo y a la pasión
del devoto de la camiseta naranja.
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