LA LEYENDA DEL CERRO DRAGÓN: EL MONSTRUO DORMIDO ENTRE ARENAS EN IQUIQUE
Coordenadas: 20°15'42.25"S 70° 7'6.12"W
La entrada y salida de Iquique por la cuesta, ha estado vigilada siempre por
ese enorme lomo de bestia fabulosa, que señala el límite Sur-poniente de la
ciudad. Por las tardes adopta colores ígneos que refuerzan las razones de su
nombre: el Cerro Dragón.
Hace algún tiempo publiqué un artículo comentando la leyenda del origen de
este cerro de arenas (buscarlo al final de esta entrada), mismo que ha
custodiado secularmente a la ciudad, de acuerdo a la versión que publicó
sobre este mito el periodista Patricio Riveros. Ahora quisiera abordar algo
sobre otra versión de la leyenda del cerro, con bastantes diferencias en el
relato, de acuerdo a como es expuesta por Mario Portilla Córdova en su
trabajo "Del Cerro Dragón a La Tirana" (2011), libro del que ya he comentado
varias veces acá en este blog, además.
Como se sabe, el Cerro Dragón es una enorme duna de unos 4 kilómetros de
largo y cercana a los 300 metros de altura, contado entre los montes de
arena de tipo "seif" más altos del mundo, haciéndose visible desde toda la
ciudad y convirtiéndose en uno de los iconos más recurridos por la identidad
local iquiqueña. En febrero de 1880, en plena Guerra del Pacífico, don
Francisco Vidal Gormaz lo registró en un plano suyo como el "Gran
Médano de Arena Amarilla",
extendido a espaldas de la Playa Larga, hoy Playa Brava.
Declarado Santuario de la Naturaleza por el Decreto Supremo Nº 419 del 8 de
abril de 2005, el lugar es frecuentado especialmente por practicantes del
parapente y el sandboard,
al parecer quedando atrás ya la época en que vehículos de tracción especial
se internaban por el mismo.
Vista del sector del Cerro Dragón en un grabado de Iquique de 1863.
El
Cerro Dragón o "Gran Médano de Arena Amarilla" en el plano "Litoral de
Tarapacá. Bahía de Iquique" del Capitán Vidal Gormaz, publicado al final de
su "Estudio sobre el Puerto de Iquique" de 1880.
Extensión del Cerro Dragón sobre la ciudad de Iquique, visto desde la cuesta
al borde de Alto Hospicio.
Si bien el nacimiento de la gigantesca duna se explica por procesos
geológicos que involucraron recogimientos del océano en la línea costera más
acumulación de arenas de bancos que quedaron expuestos durante este período,
las leyendas insisten en relacionar su origen con el mítico dragón que le da
nombre, asociando especialmente su forma al espaldar de la mítica bestia,
con superficies que semejan costillas, además de su larga "cola" hacia el
Sur y los falsos movimientos producidos por la distorsión que provoca el
aire caliente, que se perciben al estar cerca de la imponente formación
arenosa.
De acuerdo a la versión de Portilla Córdova escrita en formato de
cuento-fantasía, todo comenzó cuando un enorme dragón solitario bajó desde
las cumbres y se estableció en la playa de Ike Ike, haciéndose dueño de toda
la zona y sometiendo a sus antiguos habitantes humanos. Un día, el engendro
secuestró a la joven Collaka hija del jefe de una de las tribus que vivían
en su territorio, llevándola raptada hasta alguno de sus escondrijos en la
cordillera de la costa, donde la obligó a permanecer cautiva.
Ninguno de los valientes intentos de los indígenas por rescatar a la
muchacha, por desesperada petición y ofertas de premios de su afligido
padre, tuvieron éxito. Por el contrario, se perdieron valiosas vidas en cada
expedición: los hombres morían destrozados por la ferocidad de aquella
bestia.
En un intento final por darle rescate a la joven, surgió la figura de un
audaz y temerario indio camanchango llamado Lloko, quien prometió liquidar
al dragón. Para este propósito, el astuto cazado se disfrazó de lobo marino
untándose grasa y sangre de dicho animal en el cuerpo, pero llevando su
carcaj de flechas y su arpón para hacerle frente. Tras una fatigosa
búsqueda, recorre la planicie y los cerros costeros hasta dar con la guarida
del monstruo, que justo en ese momento duerme plácidamente pero no por ello
dejando de ser peligroso y temible.
El hábil indio canoero le dejó una gran carnada de comida y cebos que
arrastraba en su viaje y que había contaminado con alucinógenos y sustancias
tóxicas, y a continuación se escondió a esperar su oportunidad. Sucedió
entonces que el dragón despertó al poco rato y descubrió ante sí el montón
de comida, devorándolo rápidamente. Los venenos comenzaron a hacer efecto y
la bestia empezó a adormecerse, quedando parcialmente aturdida, momento que
Lloko aprovechó para saltar sobre la enorme cabeza y clavarle su arpón en la
nuca, dándole muerte al instante y dejándolo tendido en el mismo lugar.
Así, rescata a la joven Collaka y la lleva de regreso hasta su tribu, siendo
ovacionado por los demás indígenas y desposando a la misma muchacha cuando
su agradecido padre jefe del grupo le ofrece su mano en recompensa por
haberla salvado.
No cuesta adivinar el final de esta historia, entonces: el dragón muerto,
tirado en toda su magnitud y longitud sobre las rocas de los cerros frente a
la playa iquiqueña, quedó desplomado allí para la eternidad, con su inmenso
cuerpo y su colosal cola expuestos al Sol y a la arena que hasta ahora lo
recubre, inmortalizando los contornos de sus formas monstruosas en el sueño
de los tiempos.
Sin embargo, Portilla agrega otro detalle estremecedor y aterrador: la misma
leyenda cuenta que, algún día, el dragón despertará de su letargo de muerte,
para renacer convertido ahora en un gran volcán en erupción inmisericorde.
La criatura, en otras palabras, no ha sido del todo asesinada: sólo
permanece letárgica, pero esperando su hora de volver cual cumplimiento de
una promesa maldita.
Por mi parte, además, recuerdo algunas historias de curiosos que han
escalado el cerro y, en determinadas condiciones ambientales, han declarado
percibir algo semejante a la "respiración" de una bestia cautiva bajo las
arenas, como si algo vivo y gigante realmente se encontrara en realidad bajo
la duna.
Así pues, el dragón del cerro volverá alguna vez de la muerte, para regar de
fuego y de lava esas mismas tierras por las que se extendieron sus pasados
dominios de terror, vengándose de todos los hombres por aquel engaño y
sacrificio que marcó el final de su reinado en los ancestrales territorios
de Iquique.
OTRA LEYENDA SOBRE EL DRAGÓN DORMIDO ENTRE ARENAS EN LA COSTA DE
TARAPACÁ
Mucho del contenido adjudicado al Cerro Dragón no pertenece a la
historia geológica ni la historia humana, sino al legendario de
la región. Interesante ha sido al respecto, la obra de rescate y
recopilación hecha por el periodista Patricio Riveros, fallecido
prematuramente, y de cuyos escritos en la revista "Agenda Dragón
Cultural" hemos tomado el contenido de la principal leyenda
sobre este cerro.
Riveros
cuenta de un mito según el cual, las zonas arenosas y rocosas de
Iquique eran habitadas por dragones con aspecto de reptiles más
grandes que un elefante, que vivían 800 años cómodamente y sin
depredadores que les hicieran frente. Bebían agua de un géiser
caliente, además. Cazaban animales engañándolos: se echaban a
dormir, pareciendo un roca, y estos se les acercaban buscando
calor. Entonces el dragón despertaba y echaba fuego a sus
presas, dándoles captura y devorándolos. Sin embargo, había un
dragón de los últimos que quedaron, muy especial y nacido en Los
Andes, que se vino a vivir a Iquique pero no compartía con sus
congéneres, pues no echaba fuego y, aunque era solitario, se
comportaba más amistoso con otros seres. Escogió los arenales de
Cavancha como su morada y allí permaneció hasta que llegaron a
sus reinos unos indígenas canoeros, los uros expulsados desde el
Titicaca, que las demás tribus llamaban changos. Ellos estaban
viajando constantemente al islote blanco de Cuadros, después
llamado Serrano, desde donde explotaban las covaderas para
venderle guano a los españoles.
Un día de aquellos, los changos se encontraron con el dragón
mientras éste dormía en el agua, cuando iban a la isla, pero lo
confundieron con una roca gris. Cuando éste despertó, sin
embargo, observó a los hombres trabajando en la recolección del
abono natural y decidió entrar en contacto, avanzando hacia
ellos y saliendo del agua. Los changos se sorprendieron y le
ofrecieron carne de ballena, pero el dragón no quiso, pues era
amigo de estos animales. De todos modos, hicieron amistad con la
bestia, y ésta se ofreció para ayudarlos a cargar el guano hasta
la Pampa del Tamarugal, ganándose de inmediato el cariño y la
amistad de los changos.
Gracias al dragón, los indígenas se hicieron muy ricos, justo en
los días en que el imperio inca era sometido por los españoles.
Sin embargo, al avanzar la colonia y llegar los tiempos de la
república, Iquique comenzó a llenarse de casas y habitantes
peruanos atraídos por la actividad minera argentífera y
salitrera, mirando con recelo los negocios que los indígenas
realizaban por generaciones con el amistoso dragón. El gobierno
del Perú comenzó a exigir un impuesto a los changos, pues
consideraba el guano de su propiedad. En consecuencia, la
actividad se paralizó y el dragón, muy triste, quiso emigrar al
Loa, pero ya estaba envejeciendo y seguía amando su Cavancha,
por lo que siguió viviendo allí.
En 1875, sucedió un gran incendio en Iquique, que destruyó 27
cuadras. Incapaz de explicarse cómo avanzó tan rápido el fuego,
el gentío acusó injustamente al noble dragón de haber provocado
la tragedia y la muchedumbre corrió a atacarlo hasta su lugar de
descanso en la playa. Aunque él les recordó que no era capaz de
producir fuego como otros dragones, de todos modos se preparó un
batallón de fusileros para darle muerte. El viejo dragón,
incapaz de causar daño, aceptó el cruel destino y sólo pidió que
le permitieran escoger en qué lugar caer muerto, eligiendo el
lugar de dunas y arenas hacia el Sur de Iquique.
Pero un chango fue a toda prisa hasta allá, tratando de
persuadir a la chusma de no dar muerte al gigante. Cuando
estaban por descargar las armas encima, apareció ofreciendo
finas y caras perlas marinas a cambio de que le perdonaran la
vida. Sólo con este tesoro pudo salvarlo, pero le exigieron irse
a la playa Huayquique y no volver a salir de allí.
El dragón pasó sus últimos años en este sitio hasta que,
agobiado por el cansancio y la tristeza, decidió avanzar hasta
los acantilados de la cordillera de la costa, y allí murió en
silencio, en el mismo sitio de dunas donde casi fuera ejecutado.
Las ballenas de la costa lloraron su muerte, llegando hasta los
bordes de la playa y soplando su pena al unísono, provocando una
enorme tormenta de arena que tapó el cuerpo del dragón muerto.
Así nació, entonces, lo que ahora se conoce como el Cerro
Dragón.
ORIGEN GEOLÓGICO, CARACTERÍSTICAS OROGRÁFICAS Y
ATRACTIVOS TURÍSTICOS DEL CERRO DRAGÓN
Con unos 4 kilómetros de largo y cerca de 320 metros de
altura, el médano de arena del Cerro Dragón supera en
170 metros a las dunas de tipo "seif" (de cumbre
con borde "filoso") más altas del mundo, ubicadas en el
Desierto del Sahara.
Otra diferencia con aquellas es que esta duna iquiqueña
se encuentra en un sector urbanizado, a diferencia de
las más grandes del mundo, situadas en puntos apartados.
Esto la hace visible desde casi toda la ciudad, por lo
que ha de ser uno de sus principales símbolos, casi
equivalente al San Cristóbal de Santiago o al Morro de
Arica.
Los parapentistas del Norte Grande lo han hecho un lugar
de atractivo para saltar montando los vientos costeros
que llegan hasta los acantilados. También es lugar de
práctica para sandboard, motociclismo y rally.
Se cree que el Cerro Dragón se formó hace unos 20 mil
años, durante la última glaciación del período
Cuaternario, a consecuencia del descenso de los mares.
Frente a la actual ciudad, el mar se recogió una gran
cantidad de kilómetros dejando secos enormes bancos o
terrazas de arenas y sedimentos, que fueron soplados por
los vientos hacia el interior del territorio, quedándose
acumuladas en esta inmensa mole, al no poder desplazarse
más allá de los cerros por donde hoy corre la cuesta
hacia Alto Hospicio y Pozo Almonte.
El 2004, la Corporación Nacional de Medio Ambiente
presentó un programa para convertir 348,7 hectáreas del
cerro y sus alrededores como Santuario de la Naturaleza,
lo que se consiguió con el Decreto Supremo Nº 419 del 8
de abril del año siguiente.
El nombre de Dragón se debe a la forma que ha
tenido este cerro, especialmente antes, cuando su cresta
realmente semejaba el lomo de un monstruo dormido,
generando innumerables historias de terror y folclore
oral alrededor suyo. En los días de calor, la distorsión
en el aire hace que se vean en un movimiento semejante a
la respiración del dragón de arena.
En las últimas décadas, las brisas marinas y los vientos
altos han ido cambiado este borde de su cima, pero de
todos modos se observan, por el lado de la carretera en
la cuesta, las formas de pliegues o estrías que tiene el
cerro hacia ese costado oriente, y que semejan las
costillas de la criatura. En general, sin embargo, el
médano se ha mantenido sumamente estable durante los
últimos siglos, sin transformaciones significativas.
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MENSAJE RESCATADO DESDE EL BLOG ANTERIOR, DONDE ESTABA PUBLICADO ESTE ARTÍCULO ORIGINALMENTE:
ResponderEliminarmarianinchins19 de marzo de 2013, 9:52
WoOw yo subí a ese gigante y es genial, enserio se siente como si te respiraran en los oídos, además de que tiene una panorámica estupenda de Iquique.... GENIAL!!!!
SUBANNNNN
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jaime muños21 de febrero de 2016, 23:24
me gusto. saludos y gracias
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Anónimo29 de julio de 2016, 11:40
Buen artículo gracias
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Criss Salazar18 de enero de 2018, 21:01
MENSAJES RECUPERADOS DE FBOX (antes de fusionar el blog de Iquique en éste):
Elsa Silva · Iquique, Chile
^.^ que linda historia ^.^ aunque me dio penita u.u.
Reply · · May 1, 2013 at 6:25pm
Claudia Bolivar Hurtado · Santiago, Chile
que triste historia el hombre como siempre hasiendo daño solo por haserlo pobre dragon solo queria amistad y tranquilidad en su vida
Reply · · October 12, 2013 at 10:04am
Arimatu Campos Monsalve · Top Commenter
que linda historia. Muy buena la pagina, para mi que soy Iquique, me encanto...
Reply · · 1 · July 11 at 11:43am
Andres Valenzuela Leal · Curanilahue
Historias y leyendas del norte...me siguen asombrandooooo
Reply · · August 6 at 8:24pm
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Criss Salazar7 de noviembre de 2014, 01:06
MENSAJES RECUPERADOS DEL FORO:
yalcin kaya14 de febrero de 2013, 11:49
que hermosa historia... u.u
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Anónimo13 de junio de 2013, 17:02
es larga pero bonita
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groner29 de diciembre de 2013, 1:28
Excelente historia Patricio Riveros gran vecino !
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groner29 de diciembre de 2013, 1:29
Nuestro Dragon seguirá durmiendo vecino Patricio Riveros