LA LEYENDA DE "LA PATITA", UNA MACABRA PERO MILAGROSA ANIMITA
Coordenadas: 20°13'8.51"S 70° 7'59.41"W
En
el patio del Cementerio N° 3 de Iquique, situado al costado oriente de
la ciudad y por el lado sur del recinto, se encuentra una de las
animitas más extrañas y siniestras de todo Chile, quizá la más macabra
de todas: un pie cadavérico humano, evidentemente de un niño y que es
venerado con el nombre de "La Patita".
A su vez, se lo halla en
un oscuro sector del camposanto que es usado como botadero y foso para
restos humanos de tumbas que han cumplido su vida útil, de modo que uno
camina por allí entre fémures, piernas completas, trozos de cráneos,
zapatos de muertos y otros "souvenirs" del mundo de los difuntos, que se
encuentran a ras de piso o parcialmente sepultos.
La historia de "La Patita"
es parte del folclore tarapaqueño, desde hace muchos años, y ésta no es
la primera animita de tales características que ha atraído al culto de
la fe popular en la región. De hecho, han existido varias "Patitas"
a lo largo de la historia del Norte Grande, unidas por una leyenda más o
menos común y que unifica el mito sobre su origen: un muerto cuyo pie
se negaba a permanecer en el reposo de la cripta.
La historia de "La Patita"
en Iquique está relacionada con una primera animita de estas
características que se veneraba en el desaparecido Cementerio N°2,
ubicado en la proximidad de los establecimientos de la Zona Franca hacia
la falda del cerro y destinado más bien a sepulturas modestas, pero que
fuera convertido en la Villa Progreso tras una masiva toma de terrenos
que lo hizo esfumarse de los mapas.
Ubicación de la animita en el patio.
Se
contaba que esta sepultura pertenecía a un hombre que fue encontrado
ahogado en la playa, algo sucedido en 1895 según leo en un artículo de
Patricio Iglesias para el diario "La Estrella" de Iquique. Cuando fue
enterrado, al día siguiente salió fuera de la sepultura uno de sus pies,
asombrando a los encargados del cementerio y obligándoles a volver a
meterlo bajo tierra y dentro del cajón. Pero el pie volvió a salirse
tras todos los intentos, despertando la curiosidad de la gente y luego
el fervor popular de la sociedad iquiqueña, que comenzó a atribuirle la
generosidad de conceder favores, naciendo así el culto.
Por milagrosa que haya sido esta "Patita",
sin embargo, la gran toma y desmantelamiento del camposanto sucedida
hacia los años cincuenta y luego la transformación definitiva de los
terrenos en poblaciones, durante la década siguiente, hizo desaparecer
las sepulturas y mausoleos del hoy fantasmal Cementerio N°2 de Iquique.
Veremos que parte de los restos fueron trasladados al patio del
Cementerio N°3, lo que puede representar el punto de contacto entre el
mito de ambas animitas con el mismo nombre.
Sin embargo, según informes
del año 1997 elaborados por la arqueóloga Cora Moragas, la animita de "La Patita"
no fue desmantelada con la desaparición del Cementerio N°2, sino
conservada y con su aspecto original mantenido, información que desgraciadamente, no pude verificar por los
testimonios de iquiqueños consultados en este sector de la ciudad ya que quedó sepultada en el Mausoleo de las Víctimas del Santa María de Iquique que se construyó en el cementerio viejo.
El
sociólogo Bernardo Guerrero, que ha investigado en profundidad el culto
animístico de la Región de Tarapacá, dice en un artículo suyo también
publicado en "La Estrella" que "La Patita" llegó a ser una animita tan popular en Iquique, que incluso existía allá el dicho "más cobrador que la Patita",
para señalar a gente muy insistente en el cobro de deudas. No he podido
constatar que esta expresión siga tan vigente en la sociedad iquiqueña,
pero sí la idea de que la actual animita de "La Patita" del Cementerio N°3 sigue siendo igual de cobradora que la primera del N°2.
Vista del pie, "La Patita", con un hueso humano al lado (quizá de la misma extremidad).
Sin embargo, el mismo Guerrero agrega también que varias "Patitas"
han existido en el Norte Grande, como una situada cerca de la localidad
de Poconchile, en la Provincia de Arica, y otra que se hallaba en un
cementerio tarapaqueño entre las oficinas salitreras Iris y La Granja,
que era recordada por Josefina Yugo Crist, ex profesora de la Escuela de
los Padres Oblatos. Según relata esta testigo al investigador, "La Patita" de
aquel camposanto pertenecía a un niño que había faltado el respeto a su
madre agrediéndola con un puntapié, por lo que ésta maldijo la actitud
de su hijo. Y cuando este murió inesperadamente, los sepultureros no
podían dejarle el pie "maldito" dentro del cajón: en cada intento se
salía, a tal punto de que debieron adaptar el ataúd haciéndole una
especie de huevo hacia un costado, para dejar la pierna del muerto
entera adentro del mismo. Pero, al parecer, volvió a salirse igual
cuando ya estaba sepultado, generando un gran fervor popular y
peregrinaciones todavía hacia los años sesenta.
Existen
muchos relatos adicionales de tumbas extrañas, como catafalcos por los
que se asoman pies o sepulturas de las que sale afuera otra "Patita", pero el mito general de esta animita se restauró en el Cementerio N°3 con la que actualmente lleva este nombre en Iquique.
Sucedió
que, hacia los años ochenta, en el señalado terreno del tercer
camposanto iquiqueño que ahora sirve de huesera, apareció un pie
momificado en el lugar donde supuestamente estaba la tumba de un
infante, cubierto por una modesta cripta de albañilería situada contra
unos murallones a espaldas de los nichos. Como se sabe, este patio fue
también el lugar de reducción de muchos de los cuerpos que fueron
retirados del desaparecido Cementerio N°2, siendo tapados con tierra
para su descanso que, se suponía, debía ser eterno. Considerando este
traslado y el dato de que la primera "Patita" no habría sido
destruida, sino conservada, ¿habrá acaso, algún grado de confusión en el
nacimiento del culto a este pie infantil, respecto de que alguna
probable creencia inicial de que la animita con pie y todo también
habría sido trasladada hasta este cementerio?
Decoración de la animita.
Como
ya no había lápida ni inscripciones visibles en donde asomaba el pie,
no se sabía el nombre del fallecido, tampoco si era niño o niña, aunque
muchos dan por hecho que debía ser este último el caso, quizás por la
influencia del nombre de la animita (recordar que Patita se oye como el diminutivo de Patty).
Fue tal el asombro que causó ese pie seco saliendo por el costado y
mostrando sus deditos huesudos cubiertos medianamente con un calcetín,
que la leyenda y tradición de "La Patita" volvió a encontrar en
él un lugar de acogida y veneración hasta nuestros días. Como en los
casos anteriores, la tradición asegura que se trató de poner el pie bajo
tierra y, en todas las ocasiones, volvió a asomarse afuera, despertando
así el interés y las creencias de sus poderes.
Con
el tiempo, desapareció la cubierta de concreto; la animita apenas se
puede distinguir entre otros restos humanos que están dispersos por ese
patio, sobre la tierra yerma y reseca, aunque manteniéndose el pie allí
casi intacto. Un grupo de piedras y flores de plástico la han señalado
por años, facilitando encontrarla. Empero, hubo un tiempo en que, como
se trata de un patio residual de restos humanos, apareció una pequeña
mano a sólo unos metros más adelante de "La Patita": coincidentemente, era una mano de niño, por lo que hasta no hace mucho era también considerada una animita, bautizada como "La Manito".
Sin embargo, en mi última visita a esta necrópolis pude constatar que
ya están prácticamente perdidos los rastros de esta segunda animita,
mucho más expuesta a la intemperie que "La Patita".
Algunos
devotos pintaron algunas indicaciones señalando el lugar donde está la
frágil animita, donde aún llegan colocando flores o velas, venciendo los
escrúpulos y movidos únicamente por la fe, especialmente mujeres
mayores, según se comenta entre los trabajadores del cementerio. No
tiene placas de agradecimiento como otras animitas más tradicionales,
pero sí inscripciones sobre el muro lateral en que se apoya, dando
testimonio de la atracción que aún produce esta extraña y sombría
animita, probablemente de las más tenebrosas que podemos encontrar en
todo el país.
MENSAJES RESCATADOS DESDE EL BLOG ANTERIOR DONDESE HABÍA PUBLICADO ORIGINALMENTE ESTA ENTRADA:
ResponderEliminarGermán Fernández · Top Commenter
Que interesante articulo. Al respecto, y ya por cumplirse otro aniversario mas, ¿que pasó con todos los cadáveres de la escuela Santa Maria de Iquique? Saludos
Reply · · December 11, 2012 at 11:45am
Criss Salazar · Top Commenter
Una parte de los fallecidos fueron sepultados en el N°1, pero allá no me dieron mucha información sobre el resto de los cadáveres.
Reply · · December 11, 2012 at 3:16pm
Miguel Angel Garrido Lagos
Criss Salazar Hola, encontré un documental que dice algo de los restos humanos de la MATANZA...... se llama "La venganza de Ramon Ramon"
http://vimeo.com/5439257
Reply · · October 30, 2013 at 2:02pm
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Criss Salazar7 de noviembre de 2014, 00:50
MAS MENSAJES:
yalcin kaya14 de febrero de 2013, 12:02
Esa parte del cementerio ya no existe cierto?=
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Urbatorium16 de febrero de 2013, 10:04
Sí existe: está atrás del cementerio.