LA GRÚA 82: UN MONUMENTO AL PROGRESO Y LA INGENIERÍA EN SAN ANTONIO
La grúa en el borde del paseo, sobre las roqueras del sector El Puertecito.
Coordenadas: 33°35'10.15"S 71°36'46.69"W
Nota: artículo publicado originalmente en mi sitio Urbatorivm, en 2017.
Por
todo Chile, pueden encontrarse sorprendentes ejemplares de maquinaria
pesada que ha formado parte de la orgullosa historia de la ciudad donde
se hallan y la de sus propias comunidades, cuales firmes testimonios de
grandes esfuerzos del progreso y la ingeniería desplegada en etapas
fundamentales de desarrollo local, ya sea minero, portuario,
ferrocarrilero o urbanístico. Es casi como atesorar los pinceles y
cinceles de las más grandes obras de arte, pues los hombres mueren y las
creaciones quedan.
Uno
de estos interesantes casos es el de la llamada Grúa 82 de San Antonio,
en la provincia chilena del mismo nombre, declarada Monumento Histórico
Nacional por el Decreto Exento N° 495 del Ministerio de Educación, del 2
de agosto 1995. Tras la gran remodelación del Paseo Bellamar del puerto
de San Antonio, junto a las vías férreas y la avenida Ramón Barros
Luco, esta reliquia quedó en un lugar de áreas verdes y acompañada por
otros monumentos que también revisaremos en este texto.
Faltando
sólo unos días para la celebración del 55° aniversario de la creación
de la Cooperativa de Pescadores de San Antonio Ltda., que por tantos
años ha sido dueña de la misma máquina mecánica, quise hacer coincidir
este artículo con dichos festejos.
La célebre e histórica Grúa N° 82, denominada así por la cifra de su inventario, fue construida en los talleres de la compañía A. Pinguely
de Lyon, Francia, firma fundada por Benoit Alexandre Pinguély en 1881 y
célebre en su primera época por la fabricación de máquinas mecánicas y
de vapor, especialmente locomotoras. La grúa aún conserva la placa de
este fabricante en su estructura, a ambos costados.
Llegó
a San Antonio en 1911, junto con otras tres grúas similares y traídas
por la firma de Augusto Galtier, la encargada de ejecutar las obras de
construcción siguiendo los planos de la casa de ingeniería Brookman.
Estaba en funciones ya en el año siguiente, cuando se había iniciado la
construcción del puerto durante el gobierno del Presidente Barros Luco.
La maquinaria fue hecha de acero y funcionaba con motor de dos cilindros
a vapor, de caldera de carbón, siendo la grúa más antigua con este
sistema en el país. Podría levantar cargas de hasta 22 toneladas y cada
hora de trabajo consumía unos 60 kilos de carbón, lo que la hacía un
tanto económica de mantener en marcha, al menos en su juventud.
Esta sería la grúa 82 con su aspecto original, trabajando en el puerto, hacia 1914-1915.
Grúa trabajando en el relleno del futuro muelle, en el verano de 1914. Imagen publicada por revista "Sucesos".
La maquinaria y su pluma con cables de acero y roldana, en la actualidad.
Mirada desde el borde de la plazoleta.
Vista lateral de la grúa, desde el paseo. Destaca el tambor de presión de vapor.
Vista desde el otro costado, junto a la plazoleta.
Fue
el propio Presidente Barros Luco quien se encaramó en esta grúa el día
en que se colocó con ella la simbólica primera piedra de las obras del
puerto, en ceremonia del 5 de mayo de 1912. Asistieron al evento
ministros de Estado, parlamentarios, personal y directorio de la
Comisión de Puertos y vecinos de la ciudad. Esta primera piedra se
encuentra todavía en su ubicación original: en el sector de la Caleta
Pacheco Altamirano, junto a la figura de San Pedro.
La
grúa participó especialmente en los trabajos de construcción del Molo
Panul, al Norte de la bahía de San Antonio, arrojando material rocoso
sacado a dinamitazos desde la Punta Panul, para darle forma al
atracadero y robarle al borde costero los 100 metros que se hizo avanzar
la orilla de tierra firme. También estuvo en las labores de enrocado
del borde de los malecones y las rompientes entre Molo Panul y Molo El
Puertecito, más al Sur y situado enfrente del lugar donde está ahora la
grúa. Su compañera de fabricación alemana, la enorme Grúa Titán,
en cambio, estuvo a cargo de la construcción y enrocado de todo el Molo
Sur del complejo portuario, entre otras obras para la ciudad.
Estos
formidables trabajos de la obra se extendieron hasta 1915,
aproximadamente, período en el que siguió participando la grúa de todas
estas demandas. Tras estas faenas principales, además, la 82 siguió
trabajando arrebatándole espacio al mar para el terreno seco que
necesitaba la actividad portuaria y los ajustes de los mismos terrenos.
Todavía
seguía en estas funciones en 1918, cuando ya casi se concluían los
trabajos del puerto. Sin embargo, sucedió que el desvío de las aguas del
Río Maipo hacia el Norte, en su desembocadura a poca distancia al Sur
del puerto, justo en esos años se volvió una amenaza para las flamantes
instalaciones de la terminal y así las grúas debieron continuar operando
en la colocación rellenos de enrocado, para que frenaran la fuerza de
las corrientes, labores que se prolongaron hasta 1934.
Los
trabajos de la grúa fueron tan fatigantes y a veces en condiciones tan
difíciles, que la 82 se salió de sus carriles y cayó al mar en un par de
ocasiones, durante los mismos. Sin embargo, resultaba tan importante y
necesaria para las obras de ingeniería que en ambas ocasiones se la
recuperó, siendo desarmada, sacada del agua y puesta de nuevo en
servicio.
Detalle de los mecanismos y manivelas de ruedas en la cubierta.
Interior del eje de rotación de la grúa.
Molino y cabrestante del cableado de pluma.
Fardo de herrumbrados tramos de vías férreas, en el contrapeso posterior.
Sistema de rotación-suspensión y tren de desplazamiento, ya fijo.
Placa del fabricante, aún legible.
Según
la información con la que cuento, durante algunos años más estuvo
ubicada por ahí en el sector cercano al mencionado Molo Panul del
puerto, administrador por la compañía del mismo nombre, junto a la
avenida Antonio Núñez de Fonseca, utilizado para cargas y descargas de
graneles sólidos.
En
1945, sin embargo, fue trasladada al sector Sur del Paseo Bellamar,
reubicada cerca del trazado de los rieles del ferrocarril, sirviendo a
las lanchas del sector y a veces de otros puertos hasta los que fue
temporalmente trasladada. Sin embargo, la posición que se le había
asignado allí sobre las roqueras no fue la más cómoda, provocando
algunos problemas para la eficiente operatividad de la máquina.
El
30 de agosto de 1962, fue fundada la Cooperativa de Pescadores de San
Antonio Ltda., recibiendo el concesión 4.900 metros cuadrados de la
entonces también recientemente creada Empresa Portuaria de Chile. Dentro
de los terrenos cedidos, precisamente, estaba en esos días la grúa,
pasando así a manos de la Cooperativa. Siguió siendo funcional a los
requerimientos del puerto y operando desde entonces en el movimiento de
las embarcaciones de los pescadores artesanales, que siempre profesaron
especial cariño para la "abuela" 82.
Al
parecer por un exceso en una operación y la poca mantención de la
misma, la caldera de la grúa explotó en una ocasión de 1967, siendo
reparada y continuando en utilidad por más de dos décadas después de
este accidente. En este período, además, se le habrían comenzado a
agregar los abultados contrapesos de su parte inferior trasera, para
evitar que se precipitara hacia el agua a causa del progresivo desgaste y
aligeramiento de sus estructuras por efecto de la oxidación, lo que
afectaba la estabilidad de la máquina.
Siendo
la única de las grúas que trabajaron en la construcción del puerto que
sobrevivió al tiempo y llegó hasta nuestros días, la 82 sufrió algunas
modificaciones con el correr de los años, como el cambio de su antigua
pluma de cadena por su actual brazo mecánico de cables de acero, y la
pérdida de una pequeña cubierta de toldilla que se situaba sobre su
tambor de vapor y su maltratada primera caldera, esta última cambiada
recién en 1990, por la que salía una chimenea también ya perdida. Aún
conserva el mecanismo de engranajes y cabrestantes de su cubierta, su
sistema de rotación, su tren de suspensión y desplazamiento con motor
autónomo sobre seis ruedas para carrilles y el fardo de oxidadísimos
atados de rieles para el contrapeso posterior.
Sorprende
que tantos años después de su llegada a San Antonio, la grúa seguía en
actividades para los pescadores de la terminal cuando fue declarada
Monumento Histórico Nacional por el comentado decreto de agosto de 1995,
logro conseguido -entre otros participantes- por una propuesta del
Director del Museo de Ciencias Naturales y Arqueología de San Antonio,
José Luis Brito, quien rescató buena parte de la historia de la misma
máquina.
Mirando la grúa desde el Monolito del Centenario del Puerto.
En primer plano, primera piedra de El Puertecito y Monolito del Centenario.
Vista desde homenaje a dos destacadas gerentes de la Empresa Portuaria.
Vista desde monolito en recuerdo de dirigentes portuarios ejecutados en 1973.
Más
curioso resulta aún resulta ser que, en todo ese tiempo funcionando,
sólo tres operadores manejaron la grúa, siendo el último de ellos don
Apolinario Quiroz, de acuerdo a la información que encuentro en un
artículo del sitio web de la empresa turística Ruta Chile. Quiroz era el único que, en su momento, sabía hacerla funcionar.
La
declaratoria de marras indica que, a la sazón, la Grúa 82 seguía
prestando servicios a las lanchas pesqueras "Constitución", "San
Vicente", "Caldera", "Quintero", "Coquimbo", "Valparaíso" y en especial a
la propia Cooperativa propietaria, por lo que debía estar siendo
periódicamente revisada por el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST).
Tras
la remodelación del Paseo Bellamar entre 2003 y 2005, que lo dejó con
su actual aspecto eliminando el caótico desorden urbanístico de antaño,
se asignó un lugar especial para ubicar la grúa junto a las roqueras de
las rompientes. Este cuadrante fue transformado en plaza verde y así la
vieja grúa llegó a ubicarse allí en los preparativos de las
celebraciones del Bicentenario Nacional. Coincidía que, desde 2006, la
máquina había comenzado a trabajar cada vez menos en el levantamiento de
los botes pesqueros, siendo inminente la proximidad de su hora de cesar
operaciones.
En
tanto, la Empresa Portuaria de San Antonio había decidido mejorar su
vetusto y deteriorado aspecto en el marco del programa de
Responsabilidad Social Empresarial. Ejecutó, así, un plan de peritaje,
remodelación y mantención que incluyó remover la herrumbre de las
estructuras, limpiar los engranajes, lubricar los mecanismos, darle un
anclaje definitivo, pintarla y construir las plazoletas de su ubicación y
alrededores, con iluminación y pretiles propios aislándola de los
acercamientos imprudentes. Importante participación tuvo en esta cruzada
la fábrica de aceros Carlos Herrera, siendo entregada a la ciudad el 1°
de septiembre de 2009, en medio de rumores sobre un supuesto interés de
la Cooperativa de ponerla en venta.
De esta manera, tras 97 años de valiosos servicios, la grúa pasaba a su merecido y total retiro.
Monolito del Centenario del Puerto, levantando por los trabajadores portuarios.
Monumento con la primera piedra de los trabajos de El Puertecito.
Monumento a las dos destacadas gerentes de la Empresa Portuaria.
Monumento a los dirigentes portuarios ejecutados en septiembre de 1973.
Ya
en este lugar y ostentando su calidad de monumento, cuando la grúa
cumplió 100 años en la ciudad, la misma Empresa Portuaria de San Antonio
organizó un concurso infantil de pintura, en el que participaron cerca
de 300 competidores, entregándose los resultados y premios del certamen
en agosto de 2011. Ya no había duda, por consiguiente, de que la Grúa 82
era un definitivo símbolo histórico y patrimonio cultural de San
Antonio.
En
tanto, la recuperación y reinstalación de la primera piedra de las
obras del Puerto Pesquero Artesanal Puertecito, permitió dejarla ubicada
en un monumento conmemorativo situado a sólo unos metros de la grúa,
haciendo que los símbolos puedan estar juntos en este tramo del Paseo
Bellamar. A su vez, está exactamente a un lado del monolito levantado
por los ex trabajadores portuarios y marítimos, reunidos con la
Agrupación Raíces del Puerto y la Empresa Portuaria, y que fue dispuesto
allí tras las celebraciones del centenario del inicio de su
construcción, ya en mayo de 2013.
Además
del monolito del Centenario del Puerto y la Primera Piedra del
Puertecito, este tramo alrededor de la plaza de la Grúa 82 tiene otros
dos monumentos a la vista de los paseantes del sector. Uno de ellos es
un gran noray o bolardo de amarre sobre un pedestal, con una placa que
lo revela como homenaje de la Empresa Portuaria de San Antonio en
diciembre de 2005, "con cariño y gratitud" a la memoria de la
Gerente de Logística, Amalia García Corrales, y la Gerente de
Concesiones y Desarrollo, Paulina Lobos Valdés, ambas fallecidas en un
violento accidente automovilístico sucedido en Ñuñoa, en la madrugada
del 15 de julio de aquel mismo año, tragedia provocada por otro
conductor que manejaba irresponsablemente ebrio y a exceso de velocidad.
El
otro monumento, unos pasos más allá junto a una vieja sede portuaria,
es un monolito de roca con una rueda de gobierno o timón esculpido y en
cuyo interior se lee: "H. Rojo A., A. Jiménez M., G. Álvarez C., S. Núñez G., 1973-1990", acompañados por la inscripción inferior "A
Chile le hace falta la gente. A Chile le hace falta la verdad. A Chile
le hace falta la justicia. A Chile le hace falta ¿...?", más la
fecha de 22 de septiembre a un costado. Se refiere a cuatro de los
ejecutados en el camino del sector Atalaya, saliendo de San Antonio, el
22 de septiembre de 1973: Héctor Rojo Alfaro (dirigente del Sindicato de
Estibadores de Chile), Armando Jiménez Machuca (también dirigente del
Sindicato de Estibadores de Chile), Guillermo Álvarez Cañas (Presidente
del Sindicato de Estibadores de San Antonio) y Samuel Núñez González
(dirigente de los Estibadores de San Antonio).
De
cara a las gaviotas, pelícanos, brisas de golpes de olas y la vista de
las embarcaciones mecidas en el océano, la Grúa 82 vive la grata paz
jubilada; el dulzor de su larga historia, enfrentado a la salinidad del
ambiente marino. Su cubierta ha sido rodeada por planchas metálicas, en
las que se lee desde hace pocos años, por ambos lados, la inscripción: "Coop. Pescadores de San Antonio Ltda., fundada 30 de agosto 1962".
Un panel informativo la acompaña desde 2009 en el suelo con césped,
dando una breve reseña sobre su historia, mientras ella prefiere dormir
su merecido retiro.
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