"LA BOMBA": UN BAR Y RESTAURANTE DE SABOR BOMBERIL

 

Coordenadas: 18°28'43.05"S 70°19'9.52"W

Nota: artículo redactado y publicado en 2013. Trasladado acá con las imágenes originales, sin actualizaciones ni adiciones, en 2022.

Una de las innumerables curiosidades de la ciudad de Arica se ubica en calle Colón 357, del lado poniente, en aquella cuadra situada pasado 21 de Mayo, justo dentro del cuartel principal de la centenaria 1ª Compañía de Bomberos "Bernardo O'Higgins Riquelme" de Arica, con esa típica fachada sesentera de pequeños mosaicos.

 

Para entrar al restaurante, se debe transitar por lo que fue la sala de guardería de los carros de la unidad (que fueron retirados luego de un curioso conflicto del cuerpo, pero todavía hay algunos elementos visibles allí del equipo contra incendios), un pasillo con oficina secretarial y finalmente, allí atrás, casi oculto entre la historia y pasado un cartel de bienvenida, se llega al conocido restaurante "La Bomba", nombre cuya razón está por demás explicar luego de esta descripción.

Más aún, al lado del acceso directo a esta sala, afuera en el pasillo, se puede observar la antigua campana de 1920, que se usaba para los avisos de incendio en el pasado de la Compañía. Esta reliquia ahora se encuentra como recuerdo de los fundadores de la misma unidad, cuyo lema es "Deber y Abnegación".

Éste es un salón de color amarillo, con mesas ligeras de manteles rojos y cubiertas de cristal, donde no hay disimulo al hecho de que estamos dentro de un cuartel de bomberos: en los muros cuelgan fotografías institucionales, registros de antiguas reuniones, viejos pitones de mangueras y cuadros con escenas de acciones bomberiles.

Edificio de la Compañía de Bomberos.

Entrando hacia el restaurante, al fondo.

Acceso y campana conmemorativa.

El señor Silva en su barra de tragos.

 

En esas paredes hay también algunos afiches enmarcados con paisajes y fotografías clásicas de la ciudad, además, reforzando el fuerte carácter localista que tienen estos rincones ariqueños. Veo también un par de blasones ornamentales y, por supuesto, una imagen del prócer de la Independencia que presta su nombre a la Compañía.

 El restaurante con barra de tragos al fondo, es de buenos precios y carta popular interesante, al estilo comida casera, con ofertas de menú del día en dos platos y postre sencillo. Esa parte es la típica del negocio de colaciones y con carta, simultáneamente.

Hay entradas de consomé de huevo, cornet de jamón y ensaladas surtidas con palta; platos de fondo como asado de vacuno, pescado con agregado (corvina, reineta, albacora), pastel de choclo, croquetas de pollo, asado de cordero, etc. Las sugerencias pasan otros días por palta York, palta reina, jamón con palmitos, perol de marisco, cazuela de ave, ajiaco, picante de marisco, picante de ave, escalopa kabú y me parece que hay una parrillada para tres comensales llamada "el brasero".

 El pintoresco restaurante nace hace más de 30 años, cerca de 40 ya según calculan acá echando cuentas por la historia y los recuerdos de unidad de luchadores contra el fuego. Surge de la necesidad de organizar la administración del antiguo casino de la 1ª Compañía de Bomberos, convirtiéndose así en restaurante que funciona también como sede de reuniones y encuentros de los miembros de la unidad, además de servir todavía como lugar de manifestaciones y fiestas particulares.

 

En la actualidad, y desde hará unos 25 años según rememora, el restaurante está concesionado a don Orlando Silva. Hombre de hablar pausado y cordial al interés preguntón de un curioso como quien escribe, don Orlando y su familia atienden personalmente el negocio y han llevado a "La Bomba" a lo que parece ser la mejor época del lugar, pues goza de bastante popularidad acá en Arica.

 Si debo sintetizar, "La Bomba" es tiene el perfil del típico restaurante donde uno observa esa clase de relación amistosa entre clientes y administradores, con relaciones forjadas por años de convivencia y de vecindad. Puede tratarse de entre los más tradicionales de la ciudad, por lo tanto, aún cuando no tenga tantas características de picada o refugio folclórico. 

Almorzar dentro de un cuartel de bomberos debe ser una experiencia poco habitual para los hombres comunes; mejor aún si la posibilidad es con buena cocina y a precios muy razonables.

"La Bomba" es la oportunidad completa para esto allí en calle Colón, a un costado del centro comercial y los paseos de la ciudad de Arica.