Coordenadas: 33°38'28.67"S 70°21'7.48"W
Dos son los edificios principales que conforman el complejo conocido como
Hospital o ex Sanatorio Laennec, en la localidad cordillerana de San José de
Maipo, de la Región Metropolitana. El conjunto ocupa toda una manzana entre
la calle Comercio, el Camino del Cerro, y las calles Uno Sur y Dos Sur, a
sólo metros de la Plaza de Armas de la ciudad.
La dirección precisa del acceso principal al exsanatorio, es calle Comercio
19856, y no cabe duda que, con más de 5.200 metros cuadrados, es uno de los
principales atractivos culturales e históricos de San José de Maipo.
El edificio más antiguo del grupo fue inaugurado hacia el período 1894-1896
y corresponde a las dependencias que pertenecieron al antiguo Gran Hotel
Francia, de propiedad de un ciudadano de origen francés residente en Chile,
Luciano Magnere, aunque en otras fuentes aparece como dueño Emilio Goujon
Fournier (incluyendo la reseña histórica del propio sitio del Complejo
Hospitalario San José de Maipo), confusión cuyo origen no me he propuesto
tratar de resolver, por ahora.
Se trata de un inmueble de un sólo nivel, del que sobrevive la parte por el
lado de la calle Uno Sur hacia la plaza, aunque con aparentes intervenciones
exteriores posteriores. Un par de placas informativas se encuentran
empotradas en este vértice, para resaltar hoy su valor patrimonial. De
influencia neoclásica ya coqueteando con el modernismo que se gestaba
entonces en el arte, los muros de este nivel primitivo son de adobe en un
piso, con molduras de paredes y altas ventanas con antepechos y alfeizares
de mármol en sus vanos, además de pasillos solariegos internos, corredores
bien iluminados naturalmente, y altas puertas con tragaluz. Los dos patios
principales al interior, provienen de la época de este primer edificio.
Las elegantes dependencias de descanso, reposo y tratamientos del hotel
estaban inauguradas ya en 1896, destinadas a acoger a los muchos visitantes
que llegaban atraídos por las bondades que se atribuían al aire de la
cordillera del Cajón del Maipo, especialmente para personas con problemas
respiratorios, razón por la que se construyó allí también el Hospital
Sanatorio San José de Maipo. Magnere lo había refaccionado completamente en
1897, según informaba durante el año siguiente en una cartilla dirigida al
público interesado en sus servicios.
El antiguo edificio del hotel-sanatorio, sector calle Comercio con Uno Sur
adyacente a la Plaza de Armas de San José de Maipo. Fotografía de Juan Pablo
Yánez, de los archivos de la Unidad de Patrimonio Cultural de la Salud.
Fuente imagen: Lugaresdeciencia.cl.
Patios y jardines del sanatorio, hacia el 1910, en postal fotográfica de
época.
Grupo de enfermeras y cuidadoras del sanatorio. Fotografía de los archivos
de la Unidad de Patrimonio Cultural de la Salud.
Fuente imagen: Lugaresdeciencia.cl.
Ejemplar de la primera edición del periódico "Laennec", producido por la
misma comunidad del sanatorio. Se observa un sentido satírico de su
editorial: "Quincenario chico para que lo lean los grandes. Aparece cuando
no se pierde"; "Precio: según el chato"; y fecha "Si no se chinga". Fuente
imagen: Revista "Dedal de Oro"
(dedaldeoro.cl/ed49-12-13_diario-laennec.html).
Patios del Sanatorio hacia 1945. Fuente imagen: Lugaresdeciencia.cl.
Vista
del sanatorio completo desde la ladera del cerro, en 1948. Fuente imagen:
Biblioteca Minsal.
Cabe observar que éste fue el segundo de los varios sanatorios similares que
estuvieron en funciones en la localidad y el primero dentro del poblado
mismo de San José de Maipo. Estaría antecedido sólo por el llamado Hotel
Sanatorium del Alfalfar, probablemente el primero del país, fundado por un
doctor también francés llamado Emilio Donay Laserre y que, a 1.460 metros de
altitud, funcionó entre los años 1886 y 1889 en la ribera del río Colorado,
cerca del sector del puente viejo.
A mayor abundamiento, los propietarios del Hotel Francia aseguraban que el
clima local, a poco más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, era muy
parecido al de Los Alpes, favorable a pacientes de enfermedades
respiratorias como la tuberculosis, llevando adelante terapias para mejorar
de sus padecimientos durante temporadas completas residiendo allí, por lo
que el servicio hotelero se convirtió también en un servicio hospitalario.
Tal fama casi milagrosa pero de ajuste a las prácticas y conocimientos
científicos de la época surgió, entre otras cosas, cuando el médico
Bernardino Vega Macher llegó a tratarse sus males al hotel, afectado por una
enfermedad respiratoria. Al recuperarse, Vega Macher decidió establecer un
pensionado particular para tratar pacientes tuberculosos y difundir los
beneficios del clima en este lugar. El pueblo se había convertido, de esta
manera, en un verdadero gran centro de salud, con varios sanatorios para
pasajeros y farmacias en el comercio, todo girando alrededor de la actividad
médica y de los pacientes que llegaban a atenderse.
Con relación a lo anterior, cabe añadir que el ciudadano español Félix
Martínez, que llegó hasta allá también convaleciente del pulmón y en
compañía de su madre, incluso instaló una sala de cine, el histórico Teatro
Ideal, en donde proyectaban tres veces al día películas de vaqueros del
Viejo Oeste y de rancheros mexicanos, para algunos de los demás enfermos
pasando su temporada de recuperación en San José de Maipo.
Otro médico de gran renombre, don Carlos Hübner, tras pasar una temporada de
verano en el hotel, aseguró también que el clima de estos valles favorecía
la recuperación de los enfermos pulmonares con una estadía larga, llegando a
mejorar completamente salvo en los casos muy avanzados del mal respiratorio.
El mismo médico declaraba que había gente viviendo en la localidad como
vecinos residentes por seguridad de su salud, pues la enfermedad no se
expandía allí.
Hay mucha información interesante sobre el Hotel Francia en el artículo
"Sanatorios para tuberculosos en Chile: primeros establecimientos
(1886-1920)" de Ignacio Duarte y Marcelo López, publicado en los "Anales
chilenos de la historia de la medicina" (Volumen 16 Nº 2, noviembre 2006):
El recinto ocupaba un área de 100 metros por lado. La mitad de este espacio
estaba ocupada por los edificios que incluían comedor, la cantina, el salón
de billar, bodegas, cocinas y las habitaciones de los pasajeros, estas
medían 5.25 metros de ancho por 4.25 metros de alto, con un largo que
variaba hasta alcanzar 7 metros. La otra mitad del terreno estaba ocupada
por jardines, árboles frutales, plantaciones de hortalizas, una piscina,
gallinero y pesebreras para los caballos de las personas que llegaban al
hotel en ese medio de locomoción.
Agregan los autores que el hotel atendía todo el año, con una temporada de
verano que iba desde octubre a fines de mayo, y otra de invierno
correspondiente al resto del año. La norma era que cada paciente llevaba
para su estadía sus propias camas y ropas de dormir. La atención médica de
cada uno de ellos se podía solicitar al galeno del pueblo, además.
Cuando el pasajero partía del hotel, el cuarto era desinfectado con ácido
sulfuroso, y los muebles, catres y pisos pasaban por un tratamiento con una
solución de sublimado corrosivo, cumpliendo con las normas que se seguían
por entonces en Europa, según detallaba Magnere en su "Guía del viajero en
San José de Maipo", que publicó en 1898 para los pacientes que quisieran
tomar su servicio en el hotel.
Los pasajeros llegaban allá a bordo del ferrocarril, desde la Estación
Pirque (frente a la actual Plaza Baquedano) hasta Puente Alto, y desde allí
en carros y carretas que tardaban tres horas en tocar destino por el sinuoso
Camino al Volcán, orilla del río Maipo. Se pegaba en esos primeros tiempos,
un boleto de 2,50 pesos por asiento y, si el coche iba completo por bultos y
equipajes, 10 pesos.
Más tarde, hacia los días del Primer Centenario, se habilitó el pequeño
ferrocarril que iba hacia el poblado, conocido como la línea Puente Alto -
El Volcán, otro de los hitos históricos en la semblanza de San José de
Maipo. Esto facilitó mucho la llegada y partida de los pacientes, además de
su comunicación con familiares durante el período de estadía.
Continuamos
en la descripción de Duarte y López, sobre el servicio de Magnere, en
aquellos tiempos:
El régimen de alimentación del establecimiento se iniciaba con un desayuno
que podía tomarse a la hora que el pasajero deseara. El almuerzo se servía a
las 12 horas y la cena a las 18:30 horas, ya fuera en el comedor, en las
galerías interiores o en el jardín. El precio de la pensión era de 3 pesos
diarios. En el prospecto del Hotel se anunciaba que la comida era igual a la
de una buena casa particular, sana, abundante y variada, que los vinos se
vendían con una ganancia muy módica y que los licores eran de muy buena
clase.
En 1920, el uso del hotel-sanatorio completo fue traspasado a la Caja del
Seguro Obrero, organismo estatal cuyo Servicio Médico estaba encargado de
velar y cubrir la salud de los trabajadores. De este modo, se lo destinó
completamente, desde ese momento, a la atención y cuidado de sus pacientes
de enfermedades respiratorias.
Por decisión de la Junta de Beneficencia que administraba el recinto, en
1926 la Caja del Seguro Obrero adicionó una nueva parte al conjunto,
construyendo el segundo edificio con fachada a calle Comercio con Dos Sur,
más dos edificios interiores para pacientes. Gracias a estas ampliaciones,
se pudo crear y alojar en ellas a uno de los primeros pensionados de
sanatorios del país y el llamado Sanatorio para Desvalidos, destinado a
atender gente sin recursos ni apoyos financieros, también por iniciativa de
la Junta de Beneficencia.
La fusión entre ambos edificios, el antiguo y el siguiente, muestra hasta
ahora influencias del neoclásico original y diría que ciertos hibridismos,
con rasgos de modernismo en su decoración, cornisas y diseño de molduras,
resultantes de la intervención de 1926. Tiene esta fecha en números romanos
sobre el acceso, además, en el primer nivel que rodea los pasillos, patios y
dependencias del antiguo recinto interior, cuyo origen hotelero permanece
todavía en parte del aspecto.
Según la ficha del Consejo de Monumentos Nacionales, el nombre de Sanatorio
Laennec le fue dado recién en 1932, como homenaje al médico francés René
Laënnec (1781-1826), el famoso facultativo de Napoleón, inventor del
estetoscopio y pionero del estudio sintomatológico de algunas enfermedades
cardíacas y pulmonares.
El cambio de nombre coincide con el gran aumento de pacientes que colmaban
las capacidades del recinto en aquellos años, además. A la sazón, San José
de Maipo sigue convertido en una localidad especialmente importante para el
tratamiento de la medicina tísica. Por esta razón, se agregaron nuevos
pabellones al complejo.
En 1934, los antiguos dueños del Hotel Francia ceden formalmente la
propiedad a la Caja del Seguro Obrero. La manzana completa terminó de ser
ocupada dos años después, cuando se concluyeron etapas de construcción del
edificio del sanatorio que incluyeron algunos de los pabellones iniciados
poco antes y los torreones de tres niveles en las esquinas Sur-poniente,
Sur-oriente y Nor-oriente. Salva a la vista que el estilo de estas adiciones
es de naturaleza mucho más sencilla y funcionalista que las de etapas
anteriores, presentando una unidad formal muy diferente a la antigua de
rasgo hotelero, en este caso con estructuras de albañilería reforzada y
hormigón armado.
Por entonces, la política era que los pacientes derivados al Sanatorio de la
Caja del Seguro Obligatorio debiesen partir lo antes posible después del
diagnóstico, algo clave para sus posibilidades de recuperación, como vimos.
A veces llegaban incluso algunos de apariencia totalmente sana, pero bajo
sospecha de padecer tuberculosis tras un chequeo de rutina. Según escribió
por entonces el médico español José María Bengoa, de 546 enfermos residentes
entre 1933 y 1937, 452 salieron recuperados, equivalentes al 76% de los
pacientes, por lo que el caso de sanatorio era un ejemplo internacional de
buenos resultados para los estándares de la época.
Informa don Alejandro Vial Latorre, encargado de la Unidad de Patrimonio
Cultural del Servicio de Salud Metropolitano Sur-Oriente, de una curiosidad
sobre la vida en estos centros de salud: los pacientes del sanatorio
dirigían, redactaban y publicaban un periódico propio, con sus testimonios y
reflexiones. Llamado con el mismo nombre del hospital y con algo de sátira
en su editorial, "Laennec", tuvo ediciones entre el 15 de mayo de 1938 y el
mes de diciembre de 1943, alcanzando 24 números, cuyo valioso contenido ha
ido siendo rescatado en nuestros tiempos (ver artículo "El periódico
'Laennec', un documento para el estudio de la historia local", de la revista
"Dedal de Oro" N°49, 2009).
En 1952, el conjunto quedó bajo administración del entonces recién fundado
Servicio Nacional de Salud, creado con la fusión de Servicio Médico de la
Caja de Seguro Obrero, el Servicio Nacional de Salubridad, la Junta Central
de Beneficencia, la Dirección General de Protección a la Infancia y
Adolescencia y el Instituto Bacteriológico de Chile, entre otros. Se mantuvo
bajo su cargo hasta el período 1975-1976, según el documento titulado
"Informe del Departamento de Patrimonio" de la Dirección de Arquitectura del
Ministerio de Obras Públicas, consultado por Duarte y López.
Así,
cesó operaciones poco antes de que el Servicio Nacional de Salud dejara de
funcionar y, de esta manera, el recinto del sanatorio pasa a ser
administrado por el Servicio de Salud Metropolitano Sur-Oriente. Los pocos
pacientes que lo ocupaban hasta entonces, fueron trasladados a la cercana
Casa de Salud de Mujeres Carolina Doursther, del Hospital San José de Maipo,
aunque sólo por algunos años más: a causa de los daños provocados por el
terremoto de 1985, el servicio habría retornado al Laennec, aunque a sus
edificios más nuevos, en donde se ha ido extinguiendo superado por el avance
de la medicina.
En 1999, hacia fines del Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y durante la
alcaldía de Víctor Cáceres Riquelme en la comuna, se realizó una intensa
restauración de la fachada del exsanatorio, en el marco de un plan de
recuperación histórica conocido como Mejoramiento de las Fachadas Típicas
del Edificio Laennec. Tres años después, fue declarado Monumento Histórico
Nacional todo el conjunto dentro de la manzana, por Decreto Exento N° 780
del Ministerio de Educación, del 28 de agosto de 2002, en virtud a que
"este conjunto de edificios posee gran relevancia histórica y arquitectónica
en la comuna de San José de Maipo, y su ubicación estratégica en una de las
manzanas que rodea la plaza de armas".
Actualmente, tras haber resistido el terremoto de 2010 con algunas
necesidades de reparación, en conjunto pertenece al Complejo Hospitalario
San José de Maipo. Se encuentran en su interior departamentos del Centro
Administrativo, la Unidad de Patrimonio Cultural del Servicio de Salud
Metropolitano Sur-Oriente desde 2007, y áreas de hospital municipal hacia el
fondo, además de un Jardín Infantil del Servicio y oficinas del Departamento
Social del Municipio.
El ex Sanatorio Laennec también es parte de la ruta turística de los
sanatorios del Cajón del Maipo, que incluye la Casa de Salud del Hospital
San José de Maipo, el Preventorio de Niños de la Cruz Roja con sus
fantasmas, el Hospital Comunitario, la plaza de armas, la escuela, la
estación del ferrocarril y otros puntos históricos locales. Se puede tener
una buena imagen del complejo no sólo desde el nivel de la calle, por el
lado de Comercio, sino también desde la altura que permite el Paseo Mirador
Victoria, que escala con sus peldaños la altura de la loma ubicada a sus
espaldas, en Camino del Cerro, admirando las proporciones del complejo en
toda esa manzana.
SOBRE EL PERIÓDICO "LAENNEC" (de acuerdo a la información
publicada en revista "Dedal de Oro" N°49, 2009)
Observa Alejandro Vial Latorre el sentido de humor con el
que era redactado el periódico, que tuvo 24 números. En sus
páginas iban secciones de cuentos, poemas, notas de humor,
consultorio sentimental, vida social,
actividades sociales como: Club de Ajedrez “Dr. Alfonso Sims”,
Club de Damas y Dominó, Club de Básquetbol Femenino "Río
Maipo" (fundado el 18 de agosto de 1939), un club de fútbol
y hasta una Unión de Tomadores de Tinto. Mantenía
corresponsales con otros sanatorios, como los de Vicuña,
Putaendo y Los Maitenes (Talca). Trataba temas serios como
derechos de los obreros, conmemoraciones (como cada 1º de
mayo), observaciones y críticas al funcionamiento de la Caja
del Seguro Obrero, consejos de salud y dietas (escritas por
los médicos y enfermeras) y el recuerdos de médicos
destacados (como Alfonso Sims, Arturo Rodríguez, Juan Pefaur
y Víctor Sierra), además de notas necrológicas (como la
dedicada al Dr. Pablo Donoso, fallecido en mayo de 1941).
El periódico se refiere a la existencia de una biblioteca y
a las estadísticas de los pacientes (internos, altas,
fallecidos, etc.) de las 130 camas del establecimiento en
aquel entonces. Reporta visitas realizadas a sanatorios
infantiles de San José de Maipo: el Preventorio "Jaime Pinto
Riesco" (donde estará después el Hospital de Agudos y el
"Preventorio de la Cruz Roja" (en la salida Sur de San José
de Maipo).
Dirigido por Alberto Kitto, en el primer número tenía sólo 4
páginas y entrevista al entonces Administrador de la Caja de
Seguro Obrero Obligatorio, el destacado arquitecto Luciano
Kulczewski. Sólo en el segundo aparecen los avisos
publicitarios pagados: Funeraria Azócar, Tienda de Abarrotes
de Julio Campodónico, Pensión "La Chilenita", Perfumería
“Sotomayor”, Teatro Ideal, Taller de Modas de Laura A. De
Soza, Residencial "La Torre", Hotel Plaza, Pensión
"Valenzuela", Sastrería Aguirre.
En el último número de 1943, aparece la imagen de una joven
funcionaria elegida Segunda Reina de la Primavera:
Eliana Villarroel, futura madre y abuela de funcionarias del
Complejo Hospitalario San José de Maipo.
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Mensajes recuperados desde el lugar de primera publicación de este artículo, en el sitio URBATORIVM:
ResponderEliminarmarcos7 de septiembre de 2018, 11:22
Muy buen relato histórico, el año pasado recuerdo haber visto este edificio y que desconocía totalmente, ahora ya sé cual era su propósito. agradecido nuevamente por mostrar este importante edificio.
Saludos
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william golding12 de septiembre de 2018, 14:29
Este complejo hospitalario sigue funcionando.
El ex-Sanatorio Laennec es ahora el Hospital comunal de San José de Maipo.
Hacia elcerro está el Sanatorio actual,con la sección "Elba Guarategua" para varones,y "Casa de Salud" para mujeres,que llegaron a tener a la vuelta del siglo 150 y 50 camas respectivamente.
Se sigue hospitalizando tuberculosos,pero solo los que tienen una situación socio-económica de riesgo.
Gran parte de las camas las usa el Servicio de Salud SurOriente para otras causales de hospitalización prolongada,especialmente ancianoscon fracturas o accidentes cerebro-vasculares
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Unknown15 de septiembre de 2018, 00:48
Excelente relato,ameno y muy bien documentado.En mi próximo paseo por el sector y si está permitido visitaré el lugar.Muchas gracias.
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Unknown15 de septiembre de 2018, 00:55
Excelente relato,ameno y muy bien documentado.En mi próximo paseo por el sector y si está permitido visitaré el el lugar.Muchas gracias.
Ricardo Aguilar
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Unknown8 de septiembre de 2019, 20:44
En 1954 estuve internada después de haber sido operada en el hospital Roberto del Río, de mayo a febrero, guardo recuerdos bonitos, a pesar de lo triste que fue. Ahí vi nevar por primera vez, su personal fue muy bueno
. Siempre sueño c con la sala donde estuve, voy a cumplir 78 años, me encantaría volver. Sueño locos verdad
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