EL SILENCIOSO FARO MONUMENTAL DE LA SERENA
Coordenadas: 29°54'20.05"S 71°16'27.56"W
Nota: artículo de 2012, trasladado hasta acá son sus imágenes en 2022, sin actualizaciones.
Es
uno de los principales iconos turísticos de la ciudad de La Serena,
punto central en la Ruta Patrimonial de este hermoso lugar, partida de
la elogiada Avenida del Mar y desembocadura del paseo por Francisco de
Aguirre. Y, sin embargo, el Faro Monumental está en triste silencio y
abandono, todavía.
Recuerdo
en los noventa, pleno verano, cuando era ocupado por un popular
restaurante y se podía subir por una módica suma hacia su torre: se
llegaba casi infartado tras tan enorme espiral de escalas, para poder
contemplar desde arriba la belleza de esta ciudad única frente al Océano
Pacífico, misma que conserva una estética colonial que los terremotos
ya han arrojado por tierra en el resto del país. Muchachas hermosas en
bikinis solían pasear por su terraza soleada, mientras otros hacían
colas para subir; los argentinos cargando siempre un termo para el agua
del mate. Era casi un protocolo de los extranjeros tomarse una foto con
el faro de fondo, de hecho, desde el paseo de las palmeras.
El
Faro Monumental no es tan antiguo como algunos creen y que lo remontan a
siglos de existencia. Su deliberado aspecto de castillo, con el viejo
cañón que apunta hacia el horizonte crepuscular y sus tintes de
fortificación estilo casi Tudor, son los que han inducido a error,
haciendo cundir leyendas sobre su origen.
Imagen histórica del Faro Monumental (Fuente imagen: Artenorte.cl)
Vista del paseo de la Alameda desde la altura del faro, en 1997.
En la cumbre del faro, cuando se permitía subir al mismo por una pequeña paga (año 1997).
El faro en la actualidad, visto desde el final de la Alameda.
Tras
una serie de estudios iniciados en 1948, el edificio fue construido en
realidad por la Armada de Chile en el marco del Plan Serena llevado a
efectos en 1950 e impulsado durante el Gobierno de Gabriel González
Videla, el mandatario oriundo de esta misma ciudad y a la que antes
había representado en el Congreso, existiendo muestras de gratitud hacia
su memoria en varias partes de la misma.
Los grandes trabajos,
ejecutados con base en los planos del ingeniero civil de la Universidad de
Chile don Jorge Cisternas Larenas, fueron concluidos en 1951, dándole
de inmediato a la ciudad un referente arquitectónico que tenía la
característica, además, de poder ser vista desde prácticamente toda la
urbe, siendo por muchos años más uno de sus edificios más altos: 28
metros de altura tiene su torre, de 4 metros de ancho. Su origen, por lo
tanto, fue más orientado a la creación de un icono turístico que a
servicios de orientación náutica, propiamente tales.
Algunos
trabajos adicionales del faro fueron concluidos en 1953, con la
ceremonia de encendido del faro a las 11 de la mañana del jueves 2 de
abril. Ese mismo año la administración del recinto fue transferida a la
Municipalidad de La Serena, durante la alcaldía de don Juan Cortéz
Alcayata, en el mes de octubre. Lamentablemente, la función luminosa del
faro fue clausurada unos años después, por razones de las que rondan
distintas versiones, aunque nunca perdió su atractivo como punto
turístico y referencia para toda la ciudad.
El
cañón del faro, con su boca hacia el horizonte oceánico y 22 toneladas
de peso, tiene una historia particular. Nos parece que fue instalado allí el 17 de
septiembre de 1954 y después de varios planes para trasladarlo desde el
lugar que ocupaba en la Alameda, donde estaba abandonado, incluyendo un
fracasado intento de arrastrarlo con un camión con asistencia de
personal de Ferrocarriles del Estado, en noviembre del año anterior,
tareas dirigidas por el alcalde Juan Cortés Alcayaga. Fue gracias a un
señor de apellido Márquez, Gerente de Juan Soldado, que la municipalidad
pudo contar después con los equipos y personal apropiados para el
traslado. La leyenda dice que el cañón fue usado en tiempos coloniales
contra piratas como Drake, y actualmente se encuentra muy sucio a causa
de rayados con pintura y tags.
En
noviembre de 1985, el Comandante en Jefe de la Armada Almirante Don
José Toribio Merino Castro entregó oficialmente la propiedad del faro a
la Municipalidad de La Serena, durante la alcaldía de don Eugenio
Munizaga Rodríguez.
Eran los años en que justo iba a comenzar el boom
de La Serena como atractivo vacacional para los chilenos y argentinos.
La planta del faro fue licitada a restaurantes y negocios de recreación,
visitados especialmente en el verano por los miles de turistas que
llegaban a la ciudad. También es un símbolo potente: al encontrarse al
fondo de la avenida Francisco de Aguirre, es el final de toda la
vía-corredor bioceánico entre La Serena y San Juan de Argentina, por
donde llegan miles de turistas argentinos anualmente.
En el año 1996,
además, se le restituye importancia como faro de navegación pese a no
ser exactamente para tal servicio, al incorporársele un nuevo sistema de
iluminación con un faro de rayo P.B.B. (Power Bean Beacon)
modificado y con alcance de luz de 37 kilómetros (20 millas náuticas).
Actualmente numerado con el código G1900.5, el faro está equipado para
proyectar luz blanca en fases de 5 segundos.
Sin
embargo, como el mantenimiento del edificio, su torre, almenas y
torreones españoles, estaba también en manos municipales, el deterioro
comenzó a acosarle, a lo que se sumaron ataques vandálicos especialmente
durante los años en que quedó desocupado. Muchas crecidas del mar
dañaron los murallones exteriores y parte del entorno, además. No
obstante, un estudio del Gobierno Regional concluido el año 2010,
precisó que no había daños estructurales en el edificio, que ese mismo
año fue propuesto para Monumento Histórico Nacional, lo que se logró por
Decreto del Ministerio de Educación N° 0042 del 25 de enero de 2011.
Dicha disposición destaca, entre otras cosas, la característica del faro
como "hito urbano vertical notable", su importancia en la "skyline"
o silueta urbana de la ciudad y su reconocimiento como icono turístico a
nivel nacional e internacional. La superficie total protegida es de
12.081, 20 kilómetros cuadrados.
A
los pocos meses se abrió una oferta técnica para las reparaciones que
requería el edificio, con un costo estimado de 22,5 millones de pesos.
Actualmente, se pueden ver claramente las mejorías en el faro, pero éste
continúa vacío y tristemente silencioso, acogiendo sólo el recuerdo de
niños jugando, parejas besándose a contraluz frente al Sol de la tarde y
los turistas eligiéndolo como su punto de encuentro por la larga línea
de playa.
Su
última función fue como oficina de un servicio de información
turística, dejando momentáneamente atrás esa época de comidas y
refrescos en sus concurridas salas interiores llenas de veraneantes.
Confío en que el Faro Monumental pueda estar lleno de vida y energías
para este próximo verano, entonces, regresando a la época de colorido y
de esplendor de la que nunca debió haber salido.
Comentario recuperado desde el sitio en donde se publicó anteriormente este artículo, antes de ser trasladado hasta acá:
ResponderEliminarUnknown16 de enero de 2022, 12:36
El faro de la serena es un monumento historico nacional la municipalidad de la serena debiera de buscar los recursos para realizar una mantencion anual no se puede perder los turistas lo consideran en su visita a la region.
La ciudad de la serena es importante en el turismo nacional, la costa y el valle del elqui son destinos frecuentes para el turismo y el descanzo.