¿EL PIRATA DRAKE SEPULTADO EN ARICA?

  

Aspecto actual de la "tumba" con el nombre del pirata inglés. 

Coordenadas: 18°28'41.17"S 70°18'26.63"W

Es uno de los enigmas más extraños, siniestros e irresolubles de la ciudad de Arica, aunque pocos lo conocen fuera de la región. Y si bien la misteriosa tumba llevaba largo tiempo ya en el Cementerio Municipal, hacia el fondo del costado oriente de este camposanto (situado frente al origen de la avenida Vicuña Mackenna cruzando Lastarria), Jorge Inostrosa relata en su libro "Huella de siglos" de 1966, el cómo fue revelado bastante después su intrigante secreto ante la comunidad ariqueña:

Muchos de los antiguos vecinos afirman a pie juntillas que corresponde a la tumba del personaje cuyo nombre aparece allí inscrito, pero la historia y su cronología contradicen tal aserto. Ese mausoleo hasta hace pocos años se veía como una columna que soportaba una cruz de metal, estando su base sepultada por la arena, y una plancha de hierro incrustada en el medio de la columna era ilegible por la carcoma del aire marino. Sin embargo, un vecino investigador y acucioso se dio maña en limpiar esa plancha y, con gran sorpresa de todos los ariqueños, apareció la siguiente lectura: "Sir Francis Drake, Q. E. P. D. RDO. PPF. 1798".

¿Qué hace en Arica una cripta señalándose a sí misma como el lugar de reposo de uno de los más famosos corsarios internacionales de la historia náutica? Las explicaciones van desde un supuesto tesoro de doblones y barras escondido y hecho pasar por sepultura, hasta una broma de mal gusto ejecutada por algún grupo de anónimos pícaros. También se habla de errores, de fantasías para atraer público al cementerio y hasta de una supuesta cofradía a la que habría pertenecido el capitán inglés y que tenía seguidores en Arica, los que habrían levantado este conjunto a modo de altar o cripta simbólica. Otros prefieren pensar que todo se debió a una humorada de estudiantes universitarios.

Antiguo aspecto que tenía el mausoleo misterioso, cuando se hallaba rodeado de cruces y sepulturas menores (Fuente imagen: paneles de exposición turística del Mercado Antiguo de Arica).

Como sea, sin embargo, la tumba de Drake se ha convertido en una atracción para quienes llegan hasta este cementerio cargado de varios otros misterios, leyendas y situaciones pintorescas.

Existen varias otras cosas extrañas alrededor de esta pretendida tumba, partiendo por su ubicación en la necrópolis, en un sector antiguo que antes estaba rodeado de cruces bajas pero que después fue llenado con los actuales mausoleos y calles, perdonándose durante estos cambios la sepultura del misterioso "Drake" que estaría enterrado allí, si es que guarda algún cuerpo bajo de sí. Otras creencias explican que sólo es una especie de monumento "preventivo" y casi talismánico, que se habría puesto en diferentes ciudades por las que Drake pasó o cometió sus fechorías, como intentando evitar que su maldición regresara.

El conjunto está compuesto de una especie de catafalco o sarcófago de piedra labrada a ras de tierra, del que se levanta una columna abalaustrada de toscas terminaciones y con cierto estilo que imita a los pilares de fuste acanalado, con un plinto rectangular. En la parte superior, tiene en lugar de capitel una pequeña pirámide de la que sale la cruz metálica con esa placa oscura donde se lee en caracteres muy poco artísticos la señalada referencia, y con la siguiente distribución del texto:

SIR FRANCIS DRAKE
QEPD
RDO PPF V 1798

La "V" es en realidad un símbolo con esta forma, aunque no tengo la seguridad de que pertenezca a esta letra exactamente, y nótese que la inscripción no se asume como parte de una cripta, sino como un "recuerdo" (RDO). El poste o columna de la tumba parece alzarse imitando la situación del mástil de un navío antiguo, mientras que el sarcófago lleva unos dibujos e inscripciones de escaso talento artístico y deficiente acabado, casi infantiles, pero mostrando calaveras con huesos cruzados, jarrones con flores y otras decoraciones en relieve.

En otras épocas, el conjunto estaba pintado de blanco pero, al parecer, la cantidad de inscripciones que le hacían con rotuladores y lápices de tinta encima llevó a pintarla de colores más oscuros, primero azul turquí y luego rojo colonial o marrón, manteniéndose con éste último hasta ahora.

 

 

Por supuesto, ya nadie cree realmente que allí pueda encontrarse el famoso corsario, entre otras razones fundamentales porque Drake, el mismo que fuera nombrado "Sir" por la corona de Inglaterra y aplaudido como héroe allá, falleció dos siglos antes, en 1596 y hacia los 52 años, lo que sucedió en Portobelo, Panamá, tras dificultosas últimas campañas de guerra mezcladas con piratería que intentó llevar adelante en territorio indiano con la expectativa de fundar una base inglesa, pero cosechando en su lugar sólo fracasos. En aquella ocasión, su cuerpo fue arrojado al océano en un cajón al que se le adicionó peso para enviarlo al fondo, de    modo que el cadáver debió perderse en el mar... Al menos eso es lo que se ha dicho oficialmente.

Otra incontestable razón por la que ésta no puede pertenecer a la tumba de Drake, es porque el Cementerio Municipal es muy posterior a la fecha que se señala allí como de sepultación para el pirata, datando de mediados del siglo siguiente a su muerte. Además, aun si hubiese pertenecido a tiempos coloniales, no cabe duda de que la administración religiosa española de los camposantos en el año 1596 o en 1798, se habría negado tres veces a sepultar allí a un personaje como Drake: pirata, inglés y protestante.

En su "Arica, puerta nueva" de 1969, Luis Urzúa Urzúa es categórico para señalar esta situación de fraude sobre la tumba:

Esta burda estafa de la historia trae su origen de unos treinta años atrás. Lo curioso sería averiguar cómo pudo realizarse en un pueblo de estimable cultura general y dotado de autoridades competentes. Por supuesto que el ánima del corsario tiene devotos que cubren de flores y luces su tumba todos los años para la conmemoración de los difuntos.

El origen de la extraña sepultura es, entonces, un enigma que aún confunde a investigadores y guías turísticos. Ni siquiera se coincide con la fecha reportada por Urzúa para indicar su posible origen, pues J. H. Von Gierke Kittsteiner asegura en "Arica, tierra de historia" que la tumba data en realidad de 1850 o cerca, en los años inaugurales del propio cementerio.

Se sabe que Drake pasó cometiendo fechorías por Arica durante su campaña por costas del Pacífico, el 6 de febrero de 1580, ocasión en la que se habría apropiado de un cargamento de "800 barras de plata, 123 de oro y 500.000 reales de plata pertenecientes al Rey de España", enterrándolo en el mismo pueblo. Esta parte de la historia, que aparece confirmada en el libro "A new light on Drake" de la investigadora mexicana Zelia Nuttall (1914) y que es comentada por el ariqueño Tomás Bradanovic en su interesante "Diccionario de Curiosidades de Arica", podría ser lo que dio pábulo para que muchos crean que la tumba guardaría en realidad otro de los famosos tesoros perdidos del pirata y no un cuerpo.

Hubo una época en que la pretendida tumba de Drake fue muy visitada por virtuales "devotos", convirtiéndose en la animita a la que muchos llegaran dando ofrendas o haciendo pedidos de favores. Bradanovic recuerda cómo a fines de los años sesenta, por ejemplo, la tumba era conocida especialmente por los estudiantes, quienes iban a solicitarle intervenciones y milagros de amor o rendimiento escolar dejando papelitos doblados e inscripciones, de manera muy parecida a como sucede con el mausoleo de don José Manuel Balmaceda en el Cementerio General de Santiago. Agrega que en los años ochenta, el "patronato" del ánima se extendió a alumnos de secundaria y estudiantes universitarios de primer año, que también dejaban notas al "querido pirata" después de emborracharse y antes de ejecutar pruebas de valor durante fiestas mechonas y otras ocasiones parecidas. Se dice que, si alguien lee los papelitos allí colocados pidiendo favores, se desata una maldición contra el imprudente.

Sin embargo, con el tiempo se ha ido perdiendo un poco esta característica de animita, no obstante que aún recibe flores de plástico y una que otra real, permaneciendo siempre decorada en aquel patio. Aún hay quienes recurren a Drake y, hasta hace poco, había un canastillo que recibía todos los papelitos y cartas con peticiones que se le siguen haciendo al misterioso personaje que puede estar sepulto en este lugar. Sobre la estructura del catafalco, además, algunos hacen anotaciones de agradecimientos y rogativas, de modo que el pirata aún concede milagros y su "culto" no se extinguió, sino que sólo bajó en popularidad, funcionando perfectamente como una animita al estilo de tumba milagrosa hasta nuestros días.

Cuando se realizó una gran remodelación para habilitar nuevos nichos y mausoleos en este sector, se pensó en trasladar el conjunto y los restos humanos que debería tener en su interior hasta un sector fuera del Cementerio Municipal, proponiéndose la ex Isla Alacrán como principal posibilidad, para que así el supuesto "Drake" reposara ahora junto a las mismas olas del mar donde navegó e hizo su propia historia el verdadero pirata británico.

Sin embargo, el plan no se concretó entonces: por el contrario, la tumba fue rodeada de un murallón bajo enladrillado que tiene forma como de cruz greca visto desde encima, permaneciendo así hasta ahora, jamás faltando flores decorativas. Todas las antiguas sepulturas individuales que tenía alrededor desaparecieron, pero el cambio de nivel del suelo durante aquellos trabajos, sin embargo, dejó gran parte de los dibujos del catafalco pirata parcialmente perdidos bajo el nivel del terreno y del pasto.

Sólo en tiempos recientes, producto de nuevas modificaciones y mejoramientos en la necrópolis, la extraña tumba fue cambiada de lugar y dignificada con algunas intervenciones, que incluyen un pequeño cuadro explicativo y un cierre perimetral. También se le devolvió su antiguo color blanco. Dice allí parte de la información dispuesta para los visitantes:

Cuenta que antiguamente se encontraban enterradas una gran cantidad de cruces menores y sepulturas en el área que ocupa el actual Cementerio Municipal de Arica, en esa época era un sector alejado del Pueblo de Arica el cual comenzaba emplazado a los pies del conocido Morro de Arica. 

Se cree que en este lugar entre los años 1580 y 1596 se construyó esta enigmática sepultura para despistar y distraer a los españoles que querían dar muerte al pirata. Finalmente la "Tumba del Pirata Drake" se transforma en leyenda que se propagó de boca en boca a través del tiempo diciéndose que "...En esta sepultura yacía uno de los hombres más famosos de la época, sir Francis Drake, el más célebre corsario internacional de la historia náutica de todos los océanos y almirante de la flota de su majestad la reina Isabel de Inglaterra, conocido en la actualidad como El Pirata Drake".

El resto de la reseña se refiere a la vida del personaje y a su incursión corsaria en Arica en febrero de 1580, en el "Golden Hind", robando vino, arcabuces, especies y barras de oro y plata a los españoles. También comenta de la leyenda del tesoro que sepultó el pirata en la misma ciudad en algún lugar secreto, con 800 narras de plata y 123 de oro, más 500.000 reales de plata robados a los hispanos.

Quizá nunca se resuelva del todo el enigma que ronda a esta pretendida sepultura, si es que se trata de tal, ni por el porqué está asociada deliberadamente a sir Francis Drake, además de las razones por las que acabó convertida en una animita, interrogantes que sólo seguirán enriqueciendo el mito y estimulando la imaginación alrededor de tan extraña y macabra curiosidad en la ciudad cabecera de nuestro país.