EL ESQUELETO DE FIERROS DEL PUENTE DE QUINQUIMO EN LA LIGUA
Coordenadas: 32°26'46.27"S 71°18'55.67"W
Muy
cerca del paso del río Ligua bajo la autopista Panamericana Norte,
hacia el poniente de la ciudad de La Ligua, sobrevive el llamado Puente
Quinquimo, un interesante vestigio de la época de esplendor
ferrocarrilero. Permanece uniendo aún el paso a pie desde la ruta E-39
que bordeaba la ya casi desaparecida línea de rieles hacia el sector de
La Chimba, con la ribera opuesta del sector que va a Pullalli y que le
daba también su nombre a este paso, siendo lugar de cierto valor
arqueológico para la historia de la región.
Llamado Puente Ferroviario Quinquimo-Pullalli
(o Pullally) y Puente Quinquimo R.c.a. según ciertas guías y planos
ferrocarriles, con costillas cruzadas de fierros atravesando el río, su
enorme estructura de unos 154 metros de largo domina gran parte de la
vista el paisaje, apoyado en sus cuatro bases: dos a modo de sillares,
en los extremos, y dos a modo de columnas hacia el sector central casi
encima del lecho muy cargado de vegetación natural, mientras que el
cauce de aguas pasa entre estas últimas dos, aunque en esta época no es
más que un tímido hilo parcialmente estancado y discontinuo, casi
invisible en este sector específico del río.
En
términos generales, el puente tiene el típico aspecto de las
estructuras funcionalistas de esta clase confeccionadas hacia fines del
siglo XIX y hasta los días del Primer Centenario en Chile,
fundamentalmente bajo la escuela franco-británica de la arquitectura en
hierro. A diferencia de otros puentes, sin embargo, éste tiene un falso
"techo", con travesaños dispuestos el cruces al igual que en sus
costados, para incrementar la resistencia de su armazón desnudo. Sus
durmientes (de roble, según algunos lugareños) son de enorme tamaño,
sosteniendo una doble trocha de rieles: una ancha y una más estrecha
corriendo por el centro, que habría sido la más utilizada cuando había
mayor tráfico de ferrocarriles.
En
los días del tren chileno, La Ligua era parte del Ferrocarril
Longitudinal Norte, tramo Cabildo-Copiapó más tarde unido a la red del
Norte Grande hasta Iquique, además del punto de partida de los ramales a
Papudo hacia la costa y Cabildo-Petorca hacia el interior. Por decreto
del 20 de enero de 1888, el Gobierno de José Manuel Balmaceda había
autorizado la licitación de los cuatro primeros tramos ferroviarios de
esta red, entre los cuales figuraba la línea La Calera, La Ligua y
Cabildo. La mayor parte de estas obras fueron adjudicadas a la compañía North & South American Construction, aunque con muchas demoras en el cumplimiento de los planes originales.
La
línea férrea de los ramales de La Ligua, particularmente, quedó
terminada hacia 1898, y parte de ellos aún pueden ser reconocibles por
el sector de La Chimba. De acuerdo a la interesante y detallada
información que encuentro en el sitio de GeoVirtual2 (Museo
Virtual), el tramo Cabildo-Copiapó propiamente dicho comenzó a ser
construido en octubre de 1910 y sería concluido en marzo de 1915, aunque ciertas reseñas lo fechan casi al final del siglo XIX, abarcado más de 600 kilómetros de lo que sería conocido como el
Ferrocarril Longitudinal Norte. Hacia el centro de La Ligua aún quedan
viejos galpones que pertenecieron a su estación principal, así como los
restos de las vías o lo que sobrevive del trazado que ocuparon, con
algunos tramos convertidos en senderos.
Sin
embargo, este puente por algunos llamado Quinquimo -por la cercana
localidad de la ribera del río Ligua- es anterior a la creación y
unificación de esta primera Red Norte: fue construido en 1909 por la
compañía Bertoglio & Scanu, como se confirma en una placa
inaugural situada en el basamento de la boca Norte del puente, si se
baja al lecho mismo del río para poder observarla. Si bien está
integrado a la red, su origen está en un proyecto específico para unir
las localidades en un tramo "costa". Sucede, pues, que el río Ligua era
el primer obstáculo natural importante que encontraba el trayecto más
costero de la que iba a ser la Red Norte, por lo que el puente vino a
suplir tempranamente las dificultades con un primer intento de trazado
cercano al 1909-1910 y que llegaba hasta el sector Trapiche, junto al
río Petorca, como un ramal menor que también conectaba con Papudo.
Lamentablemente, este trayecto que incluye un túnel se encuentra en
manos particulares, dentro de la propiedad de una compañía minera, con
acceso restringido al público.
Hacia
1940, este mismo trayecto "costa" fue reemplazado por la habilitación
de uno más al interior extiendo el que también había entrado en
funciones en 1910, desde La Ligua y Petorca, esta vez hasta Palquico y
Tilama. Es de suponer, entonces, que la vida más activa del puente
comenzó a decaer con estos cambios en el sistema.
El diario "La Estrella" de Iquique (lunes 21 de marzo de 2016) publicó
un recuento histórico donde señala que la red del Ferrocarril
Longitudinal Norte comenzó a decaer en funciones hacia los años sesenta,
incapaz de competir con la carretera Panamericana, cerrando operaciones
en esta vasta vía el 17 de junio de 1975. El famoso tren conocido como
el "Longino" seguiría funcionando tres años más entre las
localidades de La Calera y La Serena, hasta que cesó en 1978 como
anticipo de la clausura general de la Red Norte de Ferrocarriles tras la
caída del sistema agravada por la sangrienta tragedia del Puente
Queronque en controversiales circunstancias y su consecuencia en el
cierre de la Estación Mapocho en 1986.
Terminada
esta época y retirado el servicio de trenes, el puente de fierros
enrojecidos por el óxido de un siglo se ha convertido en una conexión
peatonal sobre el río, casi de manera connatural. Un ducto de agua
potable corre también por uno de sus costados. Los lugareños comentan
que, hasta no hace mucho tiempo, los caminantes iban pisando
cuidadosamente entre los durmientes para poder pasarlo, cosa bastante
arriesgada considerando la no poca altura que alcanza hacia el centro y
la separación que hay entre estos mismos grandes tablones. Sólo en
tiempos más recientes y para la seguridad del público, se colocaron a lo
largo unas largas tablas que, en continuidad, conforman el paso a pie
seguro sobre el ex puente ferroviario, aunque lo estrecho de la pasarela
pone dificultades al caminante que se encuentre con otro de frente allí
en el paso. También hay modestos carteles en cada acceso, advirtiendo
que éste es ya un puente de tránsito peatonal y que "los accidentes por
uso inadecuado son de exclusiva responsabilidad de los usuarios".
A
pesar de las precauciones, las tragedias en ese sector específico no
faltaron. Se cuenta de accidentes por caídas o bien de imprudentes que
acabaron atropellados en los tiempos en que pasaba el ferrocarril.
También hay una especie de animita anónima y con una cruz blanca, por el
lado Norte del puente en su cara poniente, aunque ninguna de las pocas
personas que pude consultar allí supo explicarme su origen. A un costado
del acceso Sur, en cambio, hay otra más completa con casuchita de
albañilería y todo, perteneciente a un hombre más bien joven llamado
Reinaldo Patricio Santander Garay, con fecha de muerte del 12 de febrero
de 1994.
Existe
cierta incertidumbre entre los usuarios del puente respecto de si esta
función peatonal se mantendrá o si el propio paso de ferretería y
crucetas metálicas permanecerá por largo tiempo más allí, en su lugar
histórico. De cualquier forma, los liguanos quieren al puente y lo
respetan como patrimonio propio, no siendo extraño encontrar fotografías
del mismo en algunos locales que visita el viajero en la ciudad capital
de la Provincia de Petorca, tan célebre por sus deleitosos pasteles y
los chalecos de lana de Valle Hermoso.
Comentarios recuperados desde el primer lugar de publicación de este artículo, en el sitio URBATRIVM:
ResponderEliminarUnknown31 de marzo de 2016, 19:33
Eso no es Quinquimo estimados, es Pullally.
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Unknown25 de abril de 2017, 01:25
Es Quinquimo, Pullally está en el paradero de buses de larga distancia, pasado los pagos.
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Unknown25 de abril de 2017, 01:25
Es Quinquimo, Pullally está en el paradero de buses de larga distancia, pasado los pagos.
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Unknown1 de febrero de 2020, 20:44
En el año 1972 y 73 mi padre y otros ferroviarios estuvieron reparando el puente yo estuve ahí quede enamorada de ese lugar lo conozco como puente quimquimo saludos a todos sus habitantes