EL CEMENTERIO PERDIDO DE IQUIQUE Y LAS POBLACIONES QUE CRECIERON ENTRE CAMPOS DE MUERTOS

 

Coordenadas: 20°12'38.47"S 70° 8'7.28"W (aprox.)
Quizás no todos los viajeros noten la extraña situación respecto de las necrópolis municipales numeradas de Iquique, pero el observador no lo perderá de vista: se pasa del Cementerio N° 1 ubicado en el sector de calles 21 de Mayo y Sotomayor, existente más o menos desde 1850, al N° 3 de Pedro Prado con O'Higgins y que fue fundado en 1908. En efecto, el misterioso Cementerio N° 2 parece un paradigma aludido por omisión: un camposanto perdido en algún lugar de la ciudad y de sus incontables misterios.
Aunque las versiones de los vecinos son confusas y contradictorias, especialmente en el caso de los más ancianos, la explicación cierta a esta desaparición total de un cementerio completo es tan pintoresca como extraña, y -por qué no decirlo- también algo macabra: todo el ex N° 2 y lo que por entonces eran sus amplios sectores eriazos con arenales y canteras del entorno, son ocupados ahora por populosos barrios como la Población Jorge Inostrosa y, muy especialmente, el sector de la Villa Progreso, situada con sus pasajes coloridos y polvorosos precisamente encima de donde estuvo el camposanto. Estas poblaciones, además, tal vez sean parte del fenómeno de las primeras experiencias de tomas "modernas" de terrenos con iniciativas de autoconstrucción y organización social concreta.
La consecuencia de este audaz experimento, sin embargo, es que hasta el día de hoy siguen surgiendo en aquellos terrenos los antiguos restos cadavéricos que lo ocuparon por primera vez, especialmente durante excavaciones para trabajos de alcantarillado, además de salir afuera innumerables historias sobre almas descarnadas y pequeños espíritus errando por las casas y calles donde fue interrumpido su sueño eterno.
El cementerio en el plano publicado por don Enrique Espinoza en 1903.
El "Nuevo Cementerio" en el plano de Iquique de Nicanor Boloña, de 1896.
El Cementerio N° 2 de Iquique nació hacia la década del 1890, relativamente cerca del antiguo Hospital. Si estoy en lo correcto con la información que tengo a mano, había entonces un amplio terreno ocupado por el mismo cementerio y los mencionados llanos arenosos, por sectores donde ahora están calles como Las Cabras, El Colorado y La Montaña, hacia el Norte de Avenida Sotomayor, aproximadamente, aunque las versiones cambian según las fuentes. Además, el camposanto tuvo algunos períodos de crecimiento, como se observa comparando algunos planos.
A la necrópolis se la dispuso allí como respuesta a las epidemias de viruela que diezmaron a gran parte de la población del puerto e hicieron insuficientes las capacidades del Cementerio Antiguo o N° 1. Por largo tiempo, entonces, al debutante e improvisado camposanto surgido de estas fosas comunes y sepulturas muy pobres, se le llamó por lo mismo Cementerio Nuevo o Nuevo Cementerio, apareciendo así en los planos de Iquique hasta la inauguración del N° 3, cuando pasaron a ser distinguidos definitivamente por sus números correlativos.
Cabe recordar que el problema de contar con lugar para sepulturas había sido histórico en Iquique. Francisco Javier Ovalle dice en 1908, por ejemplo, que ya en aquel momento se consideraba la posibilidad de extender los terrenos del Cementerio N° 1 hasta los del N° 2, pues el espacio del primero estaba prácticamente saturado:
En el Cementerio existen numerosos nichos a derecha e izquierda, pero parece que dentro de poco tiempo no habrá dónde construir más, si es que la beneficencia no traspasa los límites comprando otro terreno o extendiéndose sobre el cementerio N° 2, que es el osario común, donde por lo general se entierra a los variolosos y bubónicos.
La solución, sin embargo, fue fundar ese mismo año el Cementerio N° 3 más al Sur, aunque el servicio del Cementerio N° 2 siguió creciendo y aumentando todavía más. De acuerdo a lo que recuerdan algunos iquiqueños y si sus memorias no los engañan, en algún momento llegó a ser el más grande y extenso de los tres, mientras que los mencionados terrenos de su entorno -los que soportarían al grueso de las poblaciones- llegaban casi hasta la falda de los cerros costeros, por el sector de los arenales, los promontorios de La Cantera situados al Sur de ellos y terrenos hasta casi aproximarse a la actual Avenida Circunvalación.
Imagen del memorial en la fosa de las víctimas de la Masacre de Santa María de Iquique hacia 1911, cuando fue instalada en el Cementerio N° 2. Actualmente, este conjunto memorial se encuentra reconstruido desde el año 2007 junto al acceso del Cementerio N° 1, colocado allí en el centenario de la matanza.
A diferencia del Cementerio Viejo y del N° 3, sin embargo, el ex Nuevo Cementerio se perfilaba como una necrópolis más popular y modesta, de carácter obrero a lo sumo, con sepulturas de poco esplendor y aspecto menos lucido, además de escasos mausoleos que, en la mayoría de los casos, eran de pobre factura y de fabricación con materiales más bien ligeros, más parecidos a los que pueden verse en rústicos y básicos cementerios de los pueblitos al interior de Tarapacá. 
Una curiosidad más del Cementerio N° 2 es que aquí se encontraba la primera animita iquiqueña conocida como "La Patita"  hacia fines del siglo XIX, correspondiente a algún macabro pie humano que salía de su cripta en forma de túmulo, siendo venerado por devotos pedidores de favores y con una versión actual en el Cementerio N° 3. Era tal la cantidad de velas que se le colocaban a la sepultura-altar que, a causa de la proximidad de unas tumbas con otras dentro del aglomerado camposanto, se declaró un incendio iniciado por los candeleros de la famosa animita hacia la proximidad de la Navidad de 1897, que casi amenaza con destruir todo el Cementerio N° 2. 
Luego de la infausta Masacre de la Escuela Santa María de Iquique el 21 de diciembre de 1907, además, los cuerpos de los acribillados habrían ido a parar a una fosa en este cementerio o acaso en algún terreno muy cercano, ya que no han podido localizarse. Y allí en el cementerio se construyó, después, el mausoleo de homenaje a los trabajadores víctimas de esta matanza.
Más tarde, hacia 1940, aquellos restos de los masacrados comenzaron a ser cambiados de sitio y perturbados. Se creía que habían sido llevados a los patios del Servicio Médico Legal, siendo enterrados en un osario habilitado especialmente y sellado en forma sólida en 1962. No obstante, un siglo después la versión quedó en entredicho al no coincidir los cadáveres de la fosa con los que se esperaba hallan en una gran exhumación. El conjunto conmemorativo sería reinaugurado mucho después en el Cementerio N° 1, donde se encuentra ahora, pero basándose en el diseño del mausoleo que existió en el N° 2. 
Cabe hacer notar en este punto, que la situación de los cementerios aplastados por la urbanidad como estaba por ocurrir a este, ya había sucedido antes en Iquique: sólo como ejemplo, se puede señalar que el mismo Ovalle habló de las construcciones poblacionales que se hicieron en calle Pedro Lagos cerca del sector El Morro, donde estuvo uno de los más antiguos camposanto de la ciudad, por lo que el terreno siguió arrojando restos humanos y cráneos sonrientes en varias excavaciones posteriores para reparar cañerías o aceras, según recordaba el autor. Lo mismo había ocurrido en el sector de Sotomayor entre Ramírez y Vivar hacia los patios donde estaba la estación del ferrocarril pues, más o menos hasta los albores de la Guerra del Pacífico, este había sido otro cementerio (el Panteón Católico Peruano), "y por ello es que en cualquier excavación se desentierran esqueletos humanos".
Finalmente, no está por demás recordar que también existió un cementerio protestante en la Isla Serrano cerca del faro, que aparece señalado en el "Plano Topográfico de la Ciudad de Iquique" de Ramón Escudero, confeccionado en 1861. Algo similar tuvo lugar en Antofagasta, donde el Cementerio N° 2 de esa ciudad fue absorbido en parte por caseríos como el de la Población Matta, de la misma manera y por la misma época que sucedería lo propio en el de Iquique.
Pozas en las canteras al sur del sector de los arenales y hacia la vecindad oriente del ex camposanto, que servían de piscinas a los niños y jóvenes habitantes de la Población Jorge Inostrosa en sus primeras décadas (Fuente imagen: blog "Patrimonio cultural y fotográfico iquiqueño").
Hacia mediados del siglo XX o un poco después, la ciudad iquiqueña se expandía amenazante hacia el sector norte, creciendo incipientes barrios alrededor de los cementerios, especialmente por la presencia y desarrollo de la industria pesquera
Coincidía que había comenzado a producirse el fenómeno de toma de terrenos, cuya consecuencia principal era el surgimiento de barrios populares sin planificación y armados por sus propios ocupantes, como fue el caso de la Población San Carlos vecina al gran sector donde están ambos cementerios. De este modo, comenzaron a reunirse familias iquiqueñas muy pobres en el sector del Cementerio N° 2 y sus terrenos adyacentes, al parecer instalándose primero enfrente y alrededor del mismo, y luego ingresando a su área interior, desapareciendo rápidamente los deslindes entre el viejo camposanto y la naciente población. 
A pesar de las preocupaciones y resistencias de las autoridades, una improvisada villa siguió creciendo hacia 1963 o 1964. Alcanza su peak al año siguiente, según parece, coincidiendo con los avances de tomas y levantamientos de viviendas precarias en antiguos sectores cerca de los arenales y de las maestranzas ferroviarias.
Con esfuerzo ejemplar, los pobladores consiguieron materiales para establecer estas habitaciones, pero cuentan en Iquique que parte del propio cementerio comenzó a ser usado para obtener materiales necesarios en la construcción de las precarias primeras viviendas, desarmándose algunos nichos, cruces y mausoleos abandonados en esta actividad. Algunos vecinos que vivieron en la época aseguran que esto es sólo un mito urbano, no obstante.
Comprendiendo que el avance de las poblaciones era algo irreversible, la administración municipal decidió al poco tiempo demoler por completo el cementerio con maquinaria pesada, hacia la primera mitad de los años sesenta, retirando las tumbas y tantos cadáveres como fue posible para reubicarlos en los Cementerios N° 1 y N° 3, con la intención de evitar exponer a la población a las enfermedades allí sepultadas con los cuerpos. En aquella ocasión, sin embargo, algunos pocos altares o mausoleos fueron perdonados salvándose de los desmantelamientos y demoliciones, como la mencionada animita de "La Patita", que siguió allí un tiempo más para devoción de sus fieles.
Parte de los restos humanos que no fueron reconocidos ni reclamados por familiares, acabaron incinerados en el mismo lugar, en un peladero eriazo que quedó entre los caseríos antes de concluirse la urbanización del todo el sector por entonces carente de agua potable, electricidad y alcantarillados.
Hacia los primeros años de la actual centuria, todavía quedaba una parte del antiguo murallón parcialmente quemado, donde supuestamente se realizaba la mencionada incineración de cuerpos, además de algunos restos de criptas y mausoleos que ya han desaparecido. Desconozco si corresponde a un ruinoso muro que hoy ve por el sector pero que está muy destruido, especialmente por efectos del terremoto de 2005. Sobrevivían también un antiguo contenedor usado como pozo de agua del sistema de ferrocarriles y un modesto monolito que recuerda el pasado y saluda al futuro de estas villas.
Casas y callejones en el actual sector de avenida Luis Jaspard.
Vista desde la Circunvalación hacia el sector de La Cantera, al fondo.
En febrero de 1965, en este impulso de improvisada urbanización motivada por las tomas de terrenos al norte de Iquique, se dio por formalmente creada una población brotada este lugar de la ciudad más asociado a muerte, basurales, olvidos y enfermedades. El primer nombre que se le dio a la quizás más grande de ellas fue Población John Kennedy, como prenda de memoria al presidente de los Estados Unidos, asesinado justo en los días en que comenzaba a nacer la popular villa. Pocos años después, tras morir asesinado también su hermano Robert, se le colocó su nombre a una de las calles interiores.
De acuerdo a la maqueta de toda la ciudad de Iquique que se conserva en la ex Estación Ferroviaria y que data de 1968, las poblaciones tenían -para ese momento- alrededor de siete a diez cuadras surgidas este estado inicial de su historia. Empero, el caserío iba a seguir creciendo en forma vertiginosa.
La Kennedy, como era llamada, se extendió en el sector de los arenales que había hacia atrás del camposanto, más o menos hasta otra población más antigua llamada Villa Siberia, de trabajadores ferroviarios y familias ligadas a las instalaciones del ferrocarril que se hallaba más al norte de este sector. La población levantada en el perímetro del cementerio propiamente tal, fue la populosa Villa Progreso, al parecer formada por pobladores que no pudieron quedar incluidos en las primeras tomas de la Población Kennedy, a la vez que crecían otras alrededor del mismo caserío.
De acuerdo a información publicada en medios de la época, el reconocimiento oficial de las poblaciones surgidas de las masivas tomas fue el resultado de una gran lucha dada por sus propios habitantes, conducidos por dirigentes sociales como doña Inés Tabilo, que da su nombre a otra de las calles que trazaban las cuadras germinales de La Kennedy. Y aunque sus primeras casas seguían siendo de material muy ligero (como madera, tabiques, cartón e incluso telas de sacos), muchas de ellas arrasadas en una excepcional tormenta de lluvia de otoño ocurrida ese mismo año, la comunidad estaba decidida a mejorar las condiciones de vida en el lugar y a permanecer establecida en estos terrenos, venciendo los temores y los escrúpulos por el pasado de aquel suelo en el patio iquiqueño.
A todo esto, los pobladores de todo aquel sector recibieron un importante incentivo y espaldarazo unos pocos meses después, cuando el intendente regional don Luis Jaspard inició gestiones para organizar a los habitantes de las ex tomas con su primera junta vecinal propia, que pudiera entenderse directamente con las autoridades, en una iniciativa que también contó con el apoyo de la Municipalidad de Iquique. Por esta misma razón, existe también una avenida homenajeando con su nombre a Luis Jaspard entre estos caseríos, pues a partir de estos cambios todas aquellas poblaciones comenzaron a ser incorporadas más efectivamente al resto de la ciudad, proveyéndose de servicios básicos, recorridos de locomoción colectiva y planes sociales.
Cabe advertir que, a principios de 1975, cuando fue conocida la súbita muerte en Santiago del  insigne escritor, libretista y comunicador iquiqueño Jorge Inostrosa Cuevas, autor de la inmortal obra "Adiós al Séptimo de Línea", la junta de la creciente Población John Kennedy habría decidido reunirse y rendir homenaje a su recuerdo adoptando su nombre desde allí en adelante: Población Jorge Inostrosa. No obstante, familiares de mis amistades en Iquique que vivieron en el caserío de estrechas calles en aquella época, aseguran que La Kennedy cambió su nombre por una decisión unilateral de las autoridades instaladas por el Régimen Militar y sus aliados, siendo algo "cosmético" el supuesto acuerdo de los pobladores para esta modificación nominal.
Aunque se nos sale del rango estricto del área correspondiente al ex cementerio en donde toda esta historia comenzó, la semblanza de la Población Jorge Inostrosa es particularmente interesante para comprender las consecuencias de la ola de tomas populares de entonces.
La organización social de los años setenta a ochenta consiguió nuevas entregas de viviendas y terrenos, expandiendo el sector de Villa Progreso (donde quedaron algunos restos del ex cementerio ya urbanizado, como vimos) hacia el entorno. En todo este enorme sector de ex cementerios, arenales y pozones en la planta de la ciudad iquiqueña, sólo la forma de la cantera y el barranco al oriente, además del barrio industrial y Zofri al Norte, cerraron el paso al aun mayor crecimiento de aquellos caseríos.
Varios de los jefes de hogar de estas tomas continuaban trabajando en el sector de las industrias. Los niños solían ir a bañarse en los pozones de agua que había en el sector de La Cantera, además, como si fuesen su piscina comunitaria. Las sedes vecinales y los espacios sociales permanecieron activos, a pesar de las condiciones ambientales poco favorables.
Volviendo al ex cementerio, había sectores donde continuaban apareciendo restos humanos en cada penetración de los terrenos, de acuerdo a los testimonios de los propios iquiqueños que pasaron alguna vez por la población. Cada vez que se edificaba, que se agregaban ductos subterráneos o que se pavimentaban las calles, alguna morbosa sorpresa emergiendo a la superficie, recordaba a todos el tenebroso servicio que había tenido este páramo antes de ser conquistados por los vivos en esta singular epopeya de tomas de terrenos y lucha por la vivienda popular.
Como ya comenté, existen varias historias particulares sobre fantasmas de aparecidos, seres reducidos y contrahechos parecidos a oscuros duendes y almas en pena vagando por los ex terrenos del desaparecido cementerio y la actual Villa Progreso, además de las cuadras aledañas, alcanzando con su tétrica fama a todo este denso sector de la ciudad junto al barrio industrial.
Infelizmente, Iquique tiene terrores peores que aquellos sobrenaturales a su haber: en el año 2007, un informe de la Oficina de Fiscalización Contra el Delito la señaló a la Población Jorge Inostrosa (escrita por todos ya Inostroza) como una de las más peligrosas y temibles del país, indicando que se había convertido en un refugio para peligrosos narcotraficantes, bandas delincuenciales y avezados hampones, sirviendo para la venta y escondite de drogas duras, además de vehículos 4x4 robados.
Esa es la realidad, entonces, de aquel amplio sector de la ciudad de Iquique entre cuyos dominios quedó perdido en alguna parte el Cementerio N° 2, aplastado y rodeados de grandes poblaciones; y de cómo aquellos terrenos para muertos fueron relevados por espacios para los vivos, o acaso viviendo juntos unos con otros aunque se eviten los contactos, en otra de las historias casi rayanas en la leyenda que ofrece su semblanza.

Comentarios

  1. COMENTARIOS RESCATADOS DESDE LA UBICACIÓN ANTERIOR DE ESTA ENTRADA, ANTES DE SER TRASLADADA HASTA ACÁ:

    Que increíble historia... Excelente. Gracias por compartirla. Un brazo fraterno desde Perú.

    Daniel
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    Criss Salazar7 de noviembre de 2014, 00:24

    Francisco Andrés Lemus Borja · Top Commenter · Santiago, Chile
    Gran historia!
    Reply · · February 25, 2013 at 1:33pm

    Arlini Alveal · Top Commenter · Iquique, Chile
    Buenisimo
    Reply · · February 25, 2013 at 2:02pm

    Tukulito Sakayama
    Muy buen documental.
    Reply · · March 16, 2013 at 8:29am

    Nelson Araya Muñoz · Top Commenter · Iquique, Chile
    Hola! la primera foto corresponde al cementerio 2 o solo es una foto referencial? muchas gracias por tan excelente informacion!
    Reply · · 1 · April 7, 2013 at 6:20pm

    Criss Salazar · Top Commenter
    No, es sólo una fotografía ilustrativa. No encontré ninguna realmente buena del antiguo cementerio.
    Reply · · June 11, 2013 at 10:15pm

    Osvaldo Allende · Trinity College
    Hoy clarifiqué una duda que tenía de peque...
    Reply · · October 19, 2013 at 1:41pm

    Luz De Luna Küyen Pelon
    Que impactante noticia. Gracias por compartirla.
    Reply · · October 20, 2013 at 7:07am

    Centro Cultural Tallersol · Santiago, Chile · 932 followers
    gracias por tan interesante información. iquique en nuestros corazones.
    Reply · · October 20, 2013 at 7:31pm

    Andrés Alejandro Hormazábal · Top Commenter · University of Tarapacá
    Gracias por los detalles históricos, gran aporte !!
    Reply · · December 11, 2013 at 11:10am

    Luisa Vera Baeza · Iquique, Chile
    ESTABA MUY NIÑA EN ESE ENTONCES CUANDO JORGE SORIA DIO ESOS TERRENOS PRIIMERO EN TOMAS UN ARENAL , QUE AL PONER ESTACAS PARA MARCAR SE ENCONTRABAN RESTOS DE CADAVERES , MI MADRE ANA LUISA BAEZA VALDEZ FUNDADORA DE ESA POBLACION , EN CUANDO NO HABIA NADA ELLAS CON LA SEÑORA INES TABILO CAMINABAN BUSCANDO RECURSOS EN LAS PESQUERAS CON EL ADMINISTRADOR DE EL FF.CC QUIEN EN ESE ENTONCES MI MADRE TRABAJABA EN SU CASA UBICADA EN SOTOMAYOR, AGUA LUZ Y TIERRA ROJA PARA PAVIMENTAR CALLES AS ISE CONSIGUIO QUE LLEGASEN LAS LIEBRES NISSAN, DESPUES CON DON JORGE SORIA QUIIROGA ( ALCALDE )Y SU PADRE DON ALEJANDRO SORIA VARAS INTENDENTE CON PALA EN MANO PONIENDO PASTO A LA PLAZA QUE AUN SE ENCUENTRA EN ESE SECTOR , AUN CONSERVO LA CASA DE MI MADRE EN ESE SECTOR CON NOSTALGIA CUANDO TODO ERA SANO SE CELEBRABA LOS 21 DE MAYO , LAS FIESTAS PATRIAS LOS TRES DIAS CON JUEGOS Y MAÑANAS CRIOLLAS
    Reply · · 1 · January 31 at 5:32pm

    Esperanza Benavides Martel · Madre superiora at Convento del papa Emeritus
    Ahora entiendo todo,cuando era pequeña vivimos en ese sector con mi familia,mi madre me contaba que penaban mucho en la casa, que cuando familiares de nosotros vinieron vieron duendes y esas cosas.
    Muchas Gracias por la info
    Reply · · July 9 at 1:49pm

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    Respuestas
    1. PARTE II:

      claudio27 de diciembre de 2013, 10:24
      Buen articulo, pero las fotografias son de la parte oriente de la población cerca de avenida Circunvalación, lo que no coincide con los planos que expones del antiguo cementerio, el cual debio estar ubicado aproximadamente en las actuales calles Mirador y pasaje Centenario , de todos modos excelente ejercicio para mantener la memoria de los lugares que ya no están en nuestra ciudad.

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      Urbatorium27 de diciembre de 2013, 12:33
      Muchas gracias Claudio. El plano-gruía de turismo de Iquique de 1960 muestra perfectamente la ubicación del Cementerio N° 2 práticamente en el lugar exacto que Ud. señala pero mucho más grande que en los viejos planos que aquí colocé, con una prolongación hacia el oriente en el sector sobre el cual tomé algunas imágenes (no están todas publicadas acá, además). Como corresponden a un paisaje que ya no conserva nada del aspecto original del cementerio, preferí priorizar las fotos de la población más que del sector central que correspondió antaño al camposanto. Hace poco, además, Google S.V. incluyó a las villas y calles de este lugar en su recorrido virtual, así que se pueden transitar "online" para conocerlas con más detalle. Muchos saludos.

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      nicole cortés17 de marzo de 2014, 9:36
      Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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      nicole cortés17 de marzo de 2014, 9:38
      Hola, me gustaría saber cuales son tus fuentes de información dado que me encuentro haciendo una trabajo del cementerio 2 y necesito bibliografia.
      Saludos

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      Mauricio Lizama23 de octubre de 2015, 20:22

      Le comento, que el primer cementerio de la ciudad de Iquique, estaba ubicado en la zona en donde hoy se ecuentra el edificio del MOP, edificio Econorte y la actual Municipalidad, en esos terrenos estuvo ubicado un campo santo donde se enterraron a los primeros Iquiqueños.
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      Respuestas

      Danyo18 de noviembre de 2016, 17:15

      exacto, cementerio ubicado al costado de la desaparecida iglesia de la concepcion
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      Responder

      Unknown17 de septiembre de 2016, 01:11

      Hola esta muy interesante tu comentario, Ojalá me puedas responder como obtuviste el dato que el cementerio numero 1 se crea en 1850 app. Ojala puedas indicarmelo... muchas gracias
      ResponderBorrar
      bradshow198024 de marzo de 2017, 21:44

      Súper bueno tu artículo! Años con esa duda :)
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      Danyo29 de octubre de 2017, 23:16

      No solamente se habla del cementerio 1 y 3, estaba uno donde ahora es el MOP (ex iglesia de la concepcion), en la ex isla Iquique (1861) estaba el cementerio protestante, cementerio de los virulentos (Sotomayor y Barros Arana, terrenos de la ex estacion) y las tumbas de los monjes de la iglesia de la matriz (teatro municipal)
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      Unknown27 de enero de 2018, 18:53

      muchas gracias por esta magnifica información.
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      Unknown7 de agosto de 2018, 12:45

      Excelente trabajo, gracias por compartirlo.
      Eramos un grupo de niños curiosos que asombrados observábamos los cráneos que aparecían cada vez que buscábamos la pelota en la cancha de la población San Carlos y con más asombro aún escuchábamos las historias que nos contaban los mayores.
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      Unknown13 de julio de 2019, 16:31

      Yo llegue de niño a ese sector jugue a la pelota en el cementerio dos y pasaba todo el dia elevando volantines y lo cruzaba todos los dias por el cementerio para ir al colegio escuela #6
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      Unknown16 de marzo de 2022, 18:11

      respecto a fantasmas y zombis, hoy en dia es muy común verlos pasar algunos con coches o carros artesanales :) :) :)
      ResponderBorrar

      Eliminar

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