CÉSPEDES Y GONZÁLEZ: HISTORIA DE UNA CALLE Y UNA TRAGEDIA
Primera placa conmemorativa que fue puesta en el lugar de la tragedia.
Coordenadas:
20°13'27.68"S 70° 9'0.81"W (Inicio) 20°13'30.14"S 70° 7'59.16"W (Fin)
20°13'27.38"S 70° 8'54.84"W (Lugar de la tragedia)
Nota: artículo e imágenes del año 2013, trasladados hasta acá sin actualizaciones en 2022.
La
calle Céspedes y González está situada hacia el Sur de la ciudad de
Iquique, naciendo frente a las playas de Cavancha para internarse hacia
el Este casi hasta los barrios del borde oriente de la metrópolis,
aunque por muchos años, hace cerca de un siglo o más, llegaba sólo a la
proximidad del sector que ahora llamamos avenida Héroes de la
Concepción, por entonces en el límite urbano.
Surgida
en tiempos de urbanización posteriores a la Guerra del Pacífico y ya en
dominio chileno, esta arteria era llamada originalmente como Calle de la Unión,
y después calle Unión a secas. Nace con la prolongación de las
urbanizaciones avanzando hacia el Sur de la ciudad y que quedan en el
circuito cubierto por el tranvía que iba y volvía a la Península de
Cavancha.
Tengo
distintos y contradictorios datos sobre la referencia que le dio este
título a la calle, sin embargo, sin haber podido precisar hasta ahora
cuál es el exacto: desde la marca de un edificio religioso que se
encontraba casi en la entrada de la misma por el poniente, donde está
ahora el Don Bosco, hasta la explicación de que el nombre aludía a la
unión de los rieles del ferrocarril urbano, que tenía lugar cerca de
allí y a una cuadra más al Sur, donde estaban también las instalaciones
de la estación de tranvías. Dejaré para el futuro algún artículo para
precisar cuál es la razón concreta de esta denominación y sus alcances,
entre otros el del nombre del célebre Club Unión, así llamado -según
algunos- porque fue fundado por vecinos de esta misma calle.
El
por qué tiene ahora el nombre de Céspedes y González es parte de su
historia durante el siglo XX y el recuerdo de un trágico pero heroico
acontecimiento ocurrido en en la misma calle el año de la firma entre
Chile y Perú del tratado que puso definitivo final a las cuestiones
pendientes desde la Guerra del '79. Un hecho que involucra a la memoria
histórica de la Compañía de Bomberos de Iquique N° 12 y que, de paso,
explica también la siguiente estrofa en la letra de su himno
institucional: "En la gesta de calle Unión / dos gaviotas volaron al Sol".
Céspedes y González... Sus rostros.
El
viernes 5 de julio de 1929, había transcurrido sólo un mes desde de los
celebrados acuerdos de Chile y Perú que resolvieron la larga cuestión
de Tacna-Arica y devolvieron la paz ambiental a Tarapacá. Sin embargo,
aquella mañana comenzó muy agitada y sufrida para los bomberos de
Iquique, cuando a las 10:10 horas sonó la campana del vigilante, al
divisarse una columna de humo que se elevaba por el Sur de la ciudad,
hacia donde partieron los voluntarios de varias compañías.
Al
llegar las primeras compañías, la Victoria Nº 11 y la Iquique Nº 12, se
constató en que el incendio se encontraba en calle Unión, en una cuadra
entre las calles Vivar y Barros Arana, abarcando unas 7 casas que
quedaron reducidas a cenizas y amenazando con alcanzar varias otras.
El
señalado sector era de muchas residencias, más bien popular, aunque la
factura de las viviendas era de madera y otros materiales ligeros como
gran parte de los barrios iquiqueños, lo que facilitó el avance de las
llamas provocadas por un anafre de parafina volcado accidentalmente en
uno de esos hogares y que ahora avanzaban hacia el sector oriente de la
misma cuadra, exigiendo enormes esfuerzos de los voluntarios para
combatir el siniestro.
Aunque
también llegaron al lugar muchos voluntarios de la Compañía Germania Nº
2, Dalmacia Nº 5, Sargento Aldea Nº 6, Zapadores Nº 8 y Arturo Prat Nº
9, entre otras, la situación de combate de las llamas se vio gravemente
afectada por la falta de agua, la que apenas alcanzaba para dar algo de
presión a las mangueras. Desesperados, los bomberos comenzaron a
derribar tabiques y muros de las casas para tratar de evitar el avance
del fuego, lo que parece haber debilitado algunos murallones que se
mantenían en pie, creando así las condiciones para una tragedia que
costaría la vida a dos mártires de la institución.
Hoja con el registro de la tragedia de ambos mártires, en el libro del cuartel.
Los dos monolitos de la ex calle Unión.
Fermín
Oscar Céspedes y Manuel González Véliz, ambos voluntarios de la
Compañía Iquique Nº 12, se encontraban allí luchando heroicamente contra
el fuego, con su carro-bomba Merryweather fabricado en Londres,
lidiando también con la falta de abastecimiento de agua.
Céspedes
había nacido en 1896 e ingresado a la unidad el 11 de noviembre de
1917, a los 21 años, figurando como miembro fundador y también
fabricante de los primeros uniformes, pues era sastre de profesión,
recibiendo un premio a sus 10 años de voluntariado en la Compañía el año
1927. González, en tanto, había nacido en 1911 e ingresado a la
compañía en 1927 con sólo 16 años de edad, siendo un humilde lustrabotas
muy conocido entre los ciudadanos por ejercer este modesto pero popular
oficio en las calles iquiqueñas.
Un
grupo de varios bomberos de distintas unidades hacía lo propio de ese
lado de la cuadra de calle Unión, inconscientes de que una gran
estructura junto a ellos se estaba debilitando y caería de un momento a
otro. Así sucedió, cerca de las 11:00 horas, que el pesado y sólido muro
ardiente se desplomó aplastando a todos los hombres que se encontraban a
su sombra en esta fatigante tarea, causando dolorosas lesiones y siendo
Céspedes y González los más graves.
Inmediatamente,
los demás compañeros de institución se arrojaron a la tarea de tener
que sacar a sus camaradas de entre los escombros y las brasas ardientes,
rescatándolos tras un arduo y extenuante esfuerzo.
Los
heridos fueron trasladados por el carro ambulancia de la Compañía Prat
N° 9 hasta el Hospital de la Beneficencia. Según la nómina publicada por
el sitio web de la Bomba 12 de Iquique, los demás heridos fueron Julián
Lafuente y Jorge Díaz de la Compañía Germania Nº 2; Humberto Jorquera, y
Vicente Gómez de la Compañía Dalmacia Nº 5; Juan González, de la
Compañía Sargento Aldea Nº 6; José Rodríguez y Santiago Malebrán, de la
Compañía Zapadores Nº 8; Manuel Fuentes de la Compañía Victoria Nº 11; y
Manuel González Compañía y Fermín Céspedes de la Compañía Iquique Nº
12.
Allí
mismo en el hospital, son visitados por altas autoridades del Cuerpo de
Bomberos. Céspedes y González, sin embargo, están en inminente peligro
de muerte por la gravedad de su estado.
El mismo carro inglés usado el día del accidente, hoy al interior de la Compañía N° 12.
Retratos
de los mártires y el pitón original que usaban el día del mortal
accidente de calle Unión, en las vitrinas del pequeño museo de la misma
unidad de bomberos.
Los
heridos más graves de la N° 12 no pudieron recuperarse de sus graves
lesiones. Según se anotó en el libro de la unidad, Oscar Céspedes
falleció el sábado 6 de julio siguiente, a las 10:00 horas, producto de
sus heridas y quemaduras. Tenía 33 años de edad. Manuel González lo
seguirá a causa de la misma clase de lesiones. El querido y popular
lustrabotas de Iquique tenía sólo 18 años al momento de abandonar este
mundo, tras su terrible agonía.
Hacia
esas dolorosas horas, en la hoja de ingreso de Céspedes en el libro del
cuartel, se anotó a mano el siguiente texto registrando lo que acababa
de suceder y cómo la compañía asumía desde ese instante el peso de sus
mártires:
Los
primeros Mártires del Cuerpo General de Bomberos de Iquique, Fermín
Oscar Céspedes y Manuel González Véliz, que rindieron sus vidas en el
incendio de la Calle Unión, Mártires del Deber, qué honran a esta Cía.
Falleció el 6 de Julio de 1929, a las 10 horas, en el hospital, dándose
lectura a sus nombres, al pasarse lista a los actos que haga la Cía.
Este
libro, abierto en la hoja recién trascrita, se encuentra en un pequeño
museito propio para los mártires dentro de su cuartel de la N° 12, con
otros objetos alusivos a su heroico sacrificio. Sin embargo, la
información que revela confunde un poco al ser comparada con la reseña
divulgada en la internet por la misma Bomba N° 12, donde se indica que
Céspedes y González habrían fallecido el domingo 7 de julio a las 12:45
horas y el martes 9 de julio a las 13:55 horas, respectivamente.
Los
restos de ambos mártires institucionales fueron trasladados hasta la
Comandancia General de Bomberos, donde se erigió una capilla ardiente
para su velatorio y rendición de homenajes. La tragedia causó una
profunda conmoción en toda la sociedad iquiqueña, y así la romería que
trasladó sus cuerpos hasta el Mausoleo del Cuerpo de Bomberos de en el
Cementerio General fue un masivo y conmovedor evento. Céspedes y
González pasaron a ser, así, los primeros dos Mártires del Deber del
Cuerpo de Bomberos de Iquique.
En
recuerdo y conmemoración de ambos mártires, la institución colocó una
placa esculpida como homenaje a sus dos camaradas caídos, frente a uno
de los tramos de muros del mismo sector de residencias donde encontraron
la muerte ambos bomberos y con la siguiente inscripción:
IQUIQUE
12
A LOS MÁRTIRES DEL DEBER
O. CÉSPEDES - M. GONZÁLEZ V.
FALLECIDOS TRÁGICAMENTE EN ESTE
LUGAR EL 5 DE JULIO DE 1929
12
A LOS MÁRTIRES DEL DEBER
O. CÉSPEDES - M. GONZÁLEZ V.
FALLECIDOS TRÁGICAMENTE EN ESTE
LUGAR EL 5 DE JULIO DE 1929
En
los años sesenta, y tras desaparecer los viejos muros que quedaban en
este lugar de la calle Unión a la altura del 700 (dicen que aún quedan
casas de la época de la tragedia en la manzana, pero ya es difícil
distinguir cuáles son), se hizo el actual conjunto conmemorativo: la
municipalidad construyó una planta sólida y dos monolitos sobre ella,
uno de los cuales, más bajo y actualmente de color verde, lleva encima
la antigua placa original de mármol recién descrita. En su pedestal,
lleva adosada otra placa más sencilla donde se destaca: "COOPERACIÓN I. MUNICIPALIDAD DE IQUIQUE. ALCALDE JORGE SORIA Q". El
segundo monolito, un poco más alto y pintado de rojo, fue colocado por
los propios voluntarios de la N° 12, inaugurándola en un aniversario
del incendio y con otra placa que lleva la siguiente inscripción:
LOS VOLUNTARIOS DE LA CÍA. DE
BOMBEROS IQUIQUE N° 12
DEDICAN ESTE MONOLITO A SUS
CAMARADAS CÉSPEDES Y GONZÁLEZ
CAÍDOS EN EL CUMPLIMIENTO DEL
DEBER
IQUIQUE 5 DE JULIO DE 1965
BOMBEROS IQUIQUE N° 12
DEDICAN ESTE MONOLITO A SUS
CAMARADAS CÉSPEDES Y GONZÁLEZ
CAÍDOS EN EL CUMPLIMIENTO DEL
DEBER
IQUIQUE 5 DE JULIO DE 1965
Finalmente,
a principios de la década siguiente, tiene lugar la decisión de cambiar
el nombre de la calle por uno alusivo a los apellidos de ambos
mártires. La ley respectiva, N° 17.722, promulgada a solicitud de la
Ilustre Municipalidad de Iquique y publicada en el "Diario Oficial" N°
28.364 del miércoles 28 de septiembre de 1972, decía lo siguiente:
Por cuanto el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente PROYECTO DE LEY:
ARTÍCULO ÚNICO La calle Unión, de Iquique, se denominará "Mártires Céspedes y González".
Cada
año, en el aniversario del terrible incendio de la ex calle Unión y
actual calle Céspedes y González por las vistas razones, los voluntarios
de la Compañía Iquique N° 12 realizan un acto institucional en memoria
de estos dos primeros mártires del Cuerpo de Bomberos de Iquique,
rindiendo honores frente a estos monolitos que señalan el lugar donde se
desató la desgracia.
"En la gesta de calle Unión / dos gaviotas volaron al Sol / Soy bombero del Cuerpo de Iquique / orgulloso de mi vocación", les cantan sus camaradas de nuestros días.
Mensajes rescatados desde la ubicación original de este artículo cuando fue publicado, antes de su traslado hasta acá:
ResponderEliminarAnónimo4 de diciembre de 2013, 12:21
Es emocionante leer lo que pasó, cuando nos enteramos que dos jóvenes perdieron la vida en un horrible incendio y que una calle lleva sus nombres. Mi mayor respeto y admiración para ellos.
ResponderEliminar
Anónimo18 de diciembre de 2013, 22:28
me sentí conmovido por la historia